Punto y abrigo, Vestir General

La chaqueta encerada

Este artículo no pretende ser una mera descripción de una de las prendas que desde hace ya unas temporadas volvió a ponerse de moda por enésima vez, sino un tributo a una de los iconos que figura en el armario de cualquier caballero que se precie de serlo. Hablamos de una chaqueta que ha resistido el paso del tiempo sin prácticamente alterar su diseño y condiciones y que aúna belleza, tradición, funcionalidad y eso que tan bien resume la palabra inglesa heritage.

Desde sus inicios hasta nuestros días son muchas las actividades que, por sus características, los caballeros provistos con estas chaquetas, han desempeñado y que han curtido la leyenda de las mismas hasta convertirla en lo que es actualmente. Ha jugado igualmente un papel preponderante en la moda masculina vestida por referentes de la moda, tribus urbanas e incluso la realeza.

Historia

Pero hablemos un poco de su historia.

En el siglo XVI, los marineros escoceses solían engrasar con aceite de linaza las velas de lino de sus barcos para hacer que éstas fueran impermeables, más duraderas y más resistentes al viento. Es precisamente en esta región donde a finales del siglo XIX un joven escocés llamado John Barbour comenzó a elaborar chaquetas para los pescadores de la zona de South Shields y empezó a venderlas por catálogo estableciendo lo que sería posteriormente un gran imperio textil. Es a partir sobre todo de los años 30 ya en el siglo XX, aunque existan ejemplos anteriores, cuando la técnica de elaboración y comercialización del algodón engrasado, experimenta su gran auge.

Debido a los buenos resultados de impermeabilidad, resistencia y durabilidad obtenidos por este tejido, son otros “gremios” fuera del marino los que empiezan a interesarse por él. Quizá el primero fuera el mismísimo ejército inglés que se fijó en la impermeabilidad de este tejido para dotar a los tripulantes de sus submarinos de chaquetas que los protegieran de las adversas condiciones a las que se enfrentaban. Pero fue fundamentalmente el motociclismo el espacio donde las chaquetas elaboradas con algodón encerado tuvieron el reconocimiento popular y la conversión en un fenómeno de masas que ya no ha decaído hasta la actualidad. Muchos de los motociclistas británicos durante los años 30 a los años 60 vistieron chaquetas de algodón encerado. Y como icono de la época se alza la Barbour International. No obviaré la otra gran marca británica de este tipo de chaquetas, Belstaff, cuyo modelo Trialmaster pudo discutirle la hegemonía en este campo a la International.

12

Muchos fueron los pilotos que en duras condiciones dieron fama a estas chaquetas. Pero por encima de todos ellos, además de como piloto como icono de la moda y representante de una forma de ser y vestir vigente hasta nuestros días, sobresalió Steve McQueen. Embajador de la chaqueta encerada, la vistió y la introdujo en el armario masculino del que ya jamás volvió a salir.

34barbour-steve-mcqueen-merchant-olive-wax-jacket-mwx0465ol71-p6739-60383_image

Pero a pesar de la coexistencia de ambas marcas, y alguna otra, hablar de la chaqueta encerada es hacerlo, por motivos obvios, de Barbour. Porque es sin duda la marca que mejor representa su estilo y porque permanece fiel a su origen, tradición, y manera de hacer las cosas. Y esto para mí tiene premio. Es precisamente a partir de mediados de los 60 y coincidiendo con la cuarta generación de la familia Barbour cuando empieza a traspasar fronteras y a gestarse la expansión internacional que hoy tiene. Fundamentalmente desde que está al frente del negocio Dame Margaret Barbour. Nombrarla aquí no es baladí. Firme defensora de la tradición británica y familiar de la marca, ha conseguido que su empresa permanezca inalterable hasta la actualidad, lo cual le confiere un plus a los que amamos una cierta manera de hacer las cosas. Independientemente de ésto, los amantes de las chaquetas enceradas y de la marca le debemos la creación, al inicio de los 80, de tres de sus modelos más icónicos y que casi todos hemos vestido en alguna ocasión. La Bedale, la Beaufort y la Border/Northumbria.

Es además, a partir de mitad de la década de los setenta (1974), cuando la marca recibe la primera de sus tres garantías de la realeza británica. La del Duque de Edimburgo. Posteriormente vendrían las de La Reina de Inglaterra (1982) y El Príncipe de Gales (1984).

67

5

Es en el campo donde estos tres modelos de los que hablábamos tuvieron, y tienen, su gran eclosión. Entre los miembros de la realeza británica y el uso de las mismas en los ambientes rurales de la campiña inglesa, se popularizo el uso de las chaquetas de algodón encerado sirviendo de perfecta protección de la lluvia, el viento y las condiciones climatológicas. Inmediatamente se generalizó su uso en ambientes más urbanos tal cual lo conocemos hoy. No quisiera dejar de mencionar otro personaje que para mí es referente en el uso de estas chaquetas (y en tantísimos otros), el Príncipe Carlos de Inglaterra.

Tampoco me dejaré al que le ha dado el último impulso a la marca iconizando otro modelo ya inmortal: Daniel Craig con la Barbour Commander en Skyfall.

8.109

El Tejido

Una vez vistos sus orígenes y su evolución en el tiempo, hablemos ahora del tejido del que están hechas estas chaquetas, el algodón encerado. Este tejido natural y tradicional sigue perdurando no solo por su atractivo estético, sino también por sus impresionantes características:

Resistencia: El algodón encerado es un tejido natural y transpirable. Su famosa resistencia es indiscutible y aunque el tejido de base proporciona un sólido respaldo, es el tratamiento y el acabado lo que lo hace no solo impermeable sino resistente a todos los elementos, ya que se diseña para soportar los entornos más hostiles.

Durabilidad: Al contrario que otros materiales, el algodón encerado está creado para durar largo tiempo. Cuando otras prendas ya se han desgastado, una chaqueta encerada puede durar toda una vida con los cuidados adecuados. De hecho, es habitual que una prenda favorita se pasé de una generación a otra. No olvidemos que una chaqueta se puede encerar y reparar una y otra vez quedando como nueva para su uso pero con las cicatrices y marcas que irán curtiendo su personalidad.

Personalidad: Las prendas de algodón encerado mejoran con el paso de los años. Al igual que sus equivalentes en piel, la personalidad y el aspecto de una chaqueta encerada cambiará con el paso del tiempo, haciéndola tan exclusiva como la persona que la lleva.

Resistente al viento: Aunque las fibras de algodón densamente tejidas proporcionan un resistente material de base, el tratamiento con cera de parafina supone una barrera perfecta frente a los elementos, que consigue aislar de las peores condiciones meteorológicas.

Impermeable: Fiel a su objetivo original, los algodones encerados aíslan de la humedad y, con los cuidados y atención adecuados, seguirán haciéndolo durante muchos años.

Unido a todo ello, la imagen de este tejido, su implícita fusión con la naturaleza y su práctica invariabilidad a lo largo de las últimas décadas es lo que lo hace atemporal y tremendamente atractivo.

Características y uso

Como características comunes a cualquier modelo clásico de chaqueta encerada podríamos enumerar las siguientes:

  • Exterior en algodón egipcio 100% encerado con cera a base de parafinas.
  • Forro interior de tartán.
  • Cuello de pana en contraste.
  • Cremallera de doble sentido con grandes dientes y anilla de gran tamaño (cuya función es permitir la manipulación de la cremallera con guantes)  y botones metálicos de presión.
  • Dos grandes bolsillos de parche con esquinas redondeadas para evitar el desgaste a la altura de las caderas y dos más en los modelos de inspiración motera a la altura del pecho.

En cuanto a cómo debería vestirse una chaqueta encerada, siempre se ha de tener presente que estamos ante una prenda que debido a su origen, se trata de una prenda sport. Por ello su uso debería ceñirse a este ambiente y combinase con prendas en esta categoría. Siempre quedará perfecta con camisas oxford o tattersall, jerséis de lana y cashmere, pantalones de franela, donegal, pana, denim, chinos… En general con todo aquello que solemos usar para vestirnos en nuestro tiempo libre y/o fines de semana.

Pero lo cierto es que su presencia se ha extendido también al ámbito urbano y laboral más o menos formal. Al tratarse de una prenda que por su hechura, y adquiriendo la talla y patrón adecuados, permite llevar una americana debajo de ella, quedará perfecta con cualquier chaqueta cuyo tejido sea más sport o invernal como el tweed. Mucha gente puede utilizar este tipo de atuendo en su día a día y conseguirá un bonito y adecuado look. Incluso con conjuntos de americana y pantalón más formales creo que se consigue un contraste que resulta bastante bien. Lo que nunca recomendaría es vestirla con traje, o en ambientes laborales más “serios”, puesto que no es el tipo de abrigo adecuado para una vestimenta más formal como el que se consigue con el traje. Aunque sea algo que, desgraciadamente, se suele ver bastante en la calle estaremos haciendo con ello un uso incorrecto e inadecuado de la prenda.

131214

Para terminar, y en lo referente a su uso, comentar que hemos de asegurarnos que la americana que llevemos debajo quede siempre más corta que la chaqueta encerada algo que con algunos modelos, como la Bedale, será difícil de conseguir con la chaqueta de un traje por ejemplo.

Mantenimiento y adquisición

Un aspecto importante de las chaquetas enceradas es su mantenimiento. Como hemos comentado anteriormente, encerando y reparando cada cierto tiempo los posibles desperfectos, conseguiremos que nuestra chaqueta cobre personalidad y dure muchos años. La propia casa Barbour ofrece un servicio de encerado en su fábrica. Pero existen en nuestro país tintorerías especializadas que lo hacen realmente bien. Yo recomiendo el uso de estas últimas puesto que es importante la limpieza previa al encerado de la prenda, algo que no hace el servicio oficial de la marca, además de que el tiempo de espera será lógicamente menor.

Para terminar, mi recomendación personal es probar bien la chaqueta que queremos comprar. Experimentar con los distintos modelos, dar con la talla correcta y pensar y conocer los distintos tipos de patrón ofrecidos por las marcas. Hay que tener en cuenta la actividad para la que fueron creadas y no buscar en ellas determinados looks “contemporáneos” que nada tienen que ver con su marcado carácter atemporal.

En el foro se pueden consultar cientos de maneras de combinarlas y las mejores maneras de adquirirlas.