Miguel, no me sorprende nada de lo que cuentas, ahora el dinero ya no solo no aporta clase, sino que además ahora va muchas veces de la mano de la excentricidad y del mal gusto. Por cierto, por fin puedo ponerte cara, me alegro.

Iba a hacer un chiste con lo de emborracharse en público y beber solo, pero ya veo que Berafa se me ha adelantado, y no podría estar más de acuerdo, aunque tampoco me gusta emborracharme hasta caer redondo (nunca lo he hecho).

Muy interesante lo del vestido corto, no lo sabía, y ya me fastidia, si me hubiesen preguntado habría optado por el largo.


Un saludo,