Marca: Creed - Original Santal

Presentación: 30, 75, 120, 250 y 500 ml.

Descripción: Lanzado en el año 2.005 por una casa de tanta tradición como Creed, viene a ser el intento de la marca por introducirse en el complejo universo de las fragancias orientales. Una denominación tan ambigua como en boga actualmente. En este caso, el nombre se toma de uno de sus ingredientes; no el más significativo ni presente en el aroma, pero sí uno de los más identificables con la cultura oriental. El acercamiento es amable. Dulce. Rico. Lejos de interpretaciones más secas, cercanas al incienso o a la madera propiamente dicha, que desarrollan otros productos basados en dicho componente.

Notas:

-Cabeza: Cilantro, Bayas de Enebro, Canela, Sándalo

-Medias: Romero, Jengibre, Lavanda, Azahar

-Fondo: Habas Tonka, Vainilla

Familia Olfativa: Oriental-Especiado

Comentario: A diferencia de otros perfumes de Creed que he tenido ocasión de probar, el aroma de éste se deja notar claramente desde el principio y, a pesar de la lógica bajada de intensidad pasados los primeros minutos, no llega a desfallecer del todo y nos puede acompañar tranquilamente a lo largo de varias horas. Evidentemente, no es un campeón de la proyección o la longevidad, pero está en la media de muchos perfumes y, desde luego, por encima de otras creaciones de la marca.
El aroma es dulce, pero no dulzón. Una presencia herbal se mantiene en segundo plano de manera constante, haciendo que el resultado no llegue a ser empalagoso o cargante en ningún momento.
Actualmente se trata de mi perfume de referencia para ir arreglado (ni el perfume fetiche para ocasiones especiales, de ese ya hablaré más adelante, ni el de batalla para el día a día).
El precio de tarifa está en la escala alta, pero se puede conseguir por unos 120 euros el bote de 120 ml; lo que lo sitúa en un (más razonable) euro por ml.