Y esa falta de apoyo al independentismo es la que me da a mí argumentos para poner a parir al Govern y a los indepes aquí, en Barcelona. Si fueran más, otro gallo cantaría...
Pero claro, por otro lado, si no asumimos que la sociedad catalana está dividida en dos, que algo tienen que cambiar y que no vale con aplicar la Ley y quedarnos sentados a esperar, en unos años los indepes no serán la mitad, sino el 75%. Y, entonces, será peor, porque todo se habrá radicalizado tanto que será imposible que nadie se siente a dialogar.
En realidad, les gusta más la tuya, algo así como el síndrome de Estocolmo. Como lo van a tener en unos años, se lo damos ya. Vamos a tirarnos... Total, nos vamos a caer...
Ahora en serio. Ya he dicho que me parece muy bien que quien sea independentista, lo sea y defienda su ideología. Si dentro de unos años tienen mayorías y apoyos y consiguen la independencia legalmente, pues chico, bien por ellos. Pero mientras, son como todos los demás.
Te digo exactamente lo mismo que a Tabellio, esa postura es la que llevará precisamente al desenlace que no deseáis. Me resulta sorprendente la cuestión de la minoría. Que un 25% de una población requiera independizarse de su país me parece que es algo aterrador, y que requiere de diálogo inmediato, y aplicar aquí que es necesario una mayoría para ser siquira escuchado, algo incomprensible.
Está claro que el debate está estancado.
Un saludo.
Pues aplica la Ley y recupera esas competencias y mañana los indepes serán el 80%. El adoctrinamiento seguirá desde el Govern, la TV, en casa... Eso de que en los colegios se adoctrinan es una verdad a medias... Si fuera así, todos los catalanes (o casi) serían indepes. Y no es el caso.
Cuando Albert Rivera habla de eliminar el Concierto Vasco me echo las manos a la cabeza. Es lo único en lo que todos los vascos, salvo la IA, están de acuerdo. Elimínalo y mañana el problema de Catalunya será una broma al lado de lo que puede ocurrir allí.
Ojo. Dialogar es dialogar. Dialogar no es conceder. Como en toda negociación, siempre te puedes sorprender. A lo mejor resulta que no piden tanto como tú quieres. Además, dialogar sirve para expresar tus ideas en otro clima mas receptivo.
Tú pilla a Puigdemont, siéntale delante de Pedro Luis Uriarte y que éste le explique cómo funciona el Concierto Económico. En tres horas tienes a Puigdemont comunicando en el Parlament que, afortunadamente, ha sido capaz de evitar que España imponga el Concierto Económico en Catalunya.