Si, porque me temo que sólo lo ves desde el prisma del consumidor, si dejásemos hacer y el terrible Estado señor de todos los males se redujese a la nada el liberalismo triunfante permitiría al consumidor comprar y comprar más barato.
Hasta que ya no pueda consumir más porque le han echado de su empresa porque resulta que hay una en otro país que hace lo mismo pero como en ese país no se respetan ni patentes ni normativas de contaminación ni gestión de residuos ni de protección laboral.
Que no sólo hay que verlo desde el punto de vista del precio final del producto que te ponen en el estante.
Un saludo.