Tengo un amigo catalán bastante radicalizado. Y convencido del éxito. Siempre le digo que no conseguirán sus objetivos sin que se derrame algo de sangre. Niega rotundamente tal posibilidad. Yo, obstinado, insisto: Nunca lo lograréis, si no. Vuestra; civiles; niños, mujeres y viejos. Es el precio.