Continúo con las series dedicadas a notables ilustradores de moda masculina, en esta ocasión otro estadounidense:
LESLIE SAALBURG
1887 - 1974
Leslie Saalburg nació en Londres de padres estadounidenses. Su padre era una caricaturista político que publicaba tanto en periódicos de San Francisco como en el Chicago Examiner y The New York World. Como no es de extrañar, este entorno e influencia permitieron que sus primeros bocetos a lápiz, relacionados con la moda masculina, fueran realizados a los cinco años de edad. Su educación artística fue muy corta: solo tres meses de estudio en el Art Students League en Nueva York en 1914. La práctica adquirida al dibujar y pintar constantemente desde su infancia y el desarrollo de se talento natural le permitieron desempeñarse de forma sobresaliente en su arte a lo largo de su vida.
Su carrera comercial se inició con dibujos de abrigos de mujer para un fabricante de ropa. Mas tarde fue contratado por una agencia publicitaria, en donde realizó avisos para los clientes de la misma. A sus veinte años se convirtió en un ilustrador freelance de moda femenina y realizó varias portadas para Vogue.
A partir de este momento, nunca le faltó trabajo. A lo largo de su carrera, sus servicios fueron contratados por diversas revistas de moda. El sello del trabajo de Saalburg siempre fue su atención por los detalles: todo era realizado meticulosamente y de una manera elegante. Sus dibujos, auténticos y precisos, reflejaban lo que los editores buscaban del "beau monde". Sus ilustraciones fueron publicadas en Esquire, Apparel Arts, Town and Country, Vogue, Vanity Fair, Holiday, Collier’s, así como en otras revistas por mas de dos décadas en algunos casos.
A pesar de que Europa no le atraía en términos del arte, sentía una gran admiración por las tradiciones del viejo mundo. Después de su primera visita en 1922, cada año dejaba su casa en Nueva York para pasar algún tiempo en Europa, particularmente en Paris e Inglaterra.
Saalburg siempre estuvo convencido que los gloriosos años veinte y treinta tenían mas que ofrecer en relación con mano de obra, diseño, estilo, códigos del vestir y saber vivir que durante los años posteriores. Desde su perspectiva, la sociedad no avanzaba y la elegancia estaba desapareciendo a pesar de la vitalidad del mundo de la moda.
Saalburg era consciente de que el promedio de las personas en 1960 era mas rica que nunca antes, pero no podía sostener los sirvientes que hacían posible el ‘gracious living’. Enfatizaba que la elegancia era algo que solo algunos pocos podían alcanzar y que el "Royal Ascot" era uno de los pocos bastiones de elegancia que sobrevivían. Alguna vez escribió un artículo en donde señala, desde su perspectiva, la diferencia en actitud entre los británicos y los estadounidenses respecto a la moda masculina:
“The English make an art of dressing well for every occasion. To an Englishman, dressing well involves restraint. The result is elegance… Americans are inclined to associate English elegance only with formality. This is a mistake. A hacking jacket has as much elegance as a morning coat. The Englishman’s country look has just as much distinction as his town appearance. The right thing, worn with the easy assurance that it is right, is what makes elegance … I have noticed that what Americans think of as a “fit” is not what the English tailor is after.
English tailoring is not a “fit”, but an effect… Proportion is the aim of the English tailor; proportion is probably the main ingredient in the elegance of the Englishman’s dress… An Englishman does not throw clothes away. He wears them until there is almost nothing left of the original garment. This is not because of economy, much as it may seem so to an American, but because the Englishman likes the clothes he buys.”
Después de conocer su manera de pensar y su temperamento, es posible apreciar mejor sus ilustraciones. De forma natural, le atraían el teatro, las pistas de carreras, los restaurantes, los encuentros automovilísticos que van a estar presentes en sus dibujos, así como quienes los realizaban: el sastre, el talabartero, el constructor de autos, cualquiera que realizara su oficio conscientemente, mas por la calidad que por la cantidad. Saalburg era un artista espléndido que sabía, no solo como dibujar bien sino que era un experto en la materia de sus ilustraciones, lo que permitía que pudiera adentrarse hasta el último detalle.
Saalburg y los automóviles
Saalburg dibujó y pintó automóviles por cientos: los hacía para ilustrar piezas publicitarias o por placer. Sin embargo, siempre pensó que estos tenían un fin utilitario y no eran un objeto de placer:
“Cars are made today to take you to the station. There is no pleasure on the road, either here or in Europe. Today’s cars are a bore, too bulbous and falsely streamlined. The old cars had character; they were elegant because they were a carry-over from coaches. Their seats were more comfortable, even though the stiffer springs rendered the ride somewhat less so.”
“I like their appearance and the pleasant nostalgia induced by examination of the older cars. I was unfavorably impressed when I learned that Citroën discharged seven hundred and fifty expert wood workers years ago on switching from body building by hand to assembly-line production. These men were coach builders.”
Saalburg fue el encargado de producir para Lincoln toda la publicidad del Ford Edsel en los años 30's: el color de los automóviles le fue dejado totalmente a su gusto, mas adelante creó dibujos para Ford, Plymouth y Cadillac. En asocio con Henry Austin Clack del Museo Automovilístico de Long Island, produjo grandes series de automóviles de lujo.
FUENTES Y REFERENCIAS:
http://www.whistlepik.com/artistdeta...rket=Secondary
http://www.gentlemansgazette.com/les...xtraordinaire/
http://apparelartsillustrations.weebly.com
PUBLICACIONES:
http://www.amazon.com/s/ref=nb_sb_no...eslie+saalburg