Eso es un debate en mi opinión perdido. En Barcelona el 90% de la gente va en pantalones cortos por la ciudad de mayo a septiembre, algunos incluso desde antes. Lo peor en mi opinión no son los pantalones cortos sino lo que acompaña: camisetas de tirantes y chanclas, mostrando carnes sudorosas y pies polvorientos y agrietados, difundiendo aromas corporales... es una verdadera pesadilla, da asco directamente.