Aquí yo creo que a parte de un poco de snobismo y "quedar bien" con el "protocolo", como bien dices, incide un poco la tónica. Hay tónicas con el carbónico muy suave en las que en seguida se pierde la burbuja, en cambio un refresco suele tener un carbónico fuerte y aunque lo sirvas "a capón" sigue teniendo gas, cosa que con la tónica no pasa. A mí me han llegado a abrir botellas de tónica y que saltara el gas y tirarlas porque ya se quedaba como agua!