Bueno, ahora que se han dado gusto los que me aprecian y los que no me aprecian tanto hay que decir que fue un vacile.
Nos hemos echado un ratito bueno a mi costa y sé que alguno lo agradeció.Yo también me he reído mucho. Es tanta la desconfianza con este tipo de webs que entiendo que muchos vieran factible que me hubiesen confecionado el horror que se ve en la primera foto.Si de verdad me hubiesen enviado esa camisa solo habría dos posibilidades: o yo estaba borracho cuando mandé mis medidas o estaban borrachos los asiáticos que la hicieron.
Para mi sorpresa la camisa tiene una confección más que aceptable por ese precio. El algodón, en esta opción barata, es para una camisa de batalla, ideal para la oficina. Ignoro cómo será lo que ellos llaman tejidos Premium.
Tanto a Pedro, en Arganda del Rey como a Hockerty, en Asia, les envié las mismas medidas pero el fit de Hockerty es mejor. La de Pedro tuve que desecharla. Los acabados en ambas camisas son similares con un punto a favor de la de Pedro (que era popelín)
Para la próxima ajustaré un poco la medida del pecho donde se marca alguna línea de tirantez (maldita calistenia). El
pechopalomismo es un problema que acecha a los jóvenes de hoy y yo ya no soy joven.
En resumen, pienso seguir repartiendo mi maná dinerario entre Hockerty, -aventurándome en las de lino y las de doble cabo-, Pedro (pero yendo en persona cuando vuelva a Madrid) y LA, que también tengo y bien contento que estoy.