Hombre, es que los hípsters en Pucela deben de ser como los punks en los 80. Donde sólo había dos, literalmente. Yo que he vivido en Chueca y Malasaña durante cinco años, te puedo decir que salía a la calle y tenía que quitarlos con excavadora. Sobre todo a los tontos que iban en bici por las aceras.