Me llevó a tomar esta decisión, la experiencia y la observación. No solo mi experiencia, si no también la de otros compañeros .
Tengamos en cuenta que para un bespoke yo hacía un zapato de prueba o incluso dos, Por tanto el coste era muy superior al actual. Luego entraba en juego lo más peligroso, la subjetividad del calce, pues lo que para unos puede ser perfecto...para otros puede ser pésimo (siendo el mismo calce) . Me ha llegado a pasar con un zapato de Test que el cliente me transmita que le quedan perfectos (y yo también los vea perfectos) y cuando hemos montado el zapato definitivo, pues se lo ha sentido grande o pequeño.....por tanto para mí no es viable este sistema.
Dejo un par de artículos sobre dos bloguers, uno de ellos cuenta su experiencia bespoke con uno de los zapateros más respetados del gremio y al que sin duda considero un maestro.
http://www.claymoorslist.com/portfol...17254638671875
Y en este otro Berndhar cuenta como era la experiencia bespoke antiguamente, quizás el concepto en nuestras cabezas ha cambiado y esperamos "otra cosa" de un zapato bespoke.
https://der-feine-herr.blog/2018/03/...er-massschuhe/
Aclaro también el comentario de VerdeGabán , yo no "toco" mis hormas por sistema .Son hormas muy pensadas y proporcionan un calce bueno debido a la variedad de opciones que presentan, sin embargo cuando le haces varios pares a una persona, de los anteriores y de las sensaciones se puede extraer una información valiosa que podrá aplicarse a las hormas.
Para mi, al menos hoy día. La clave de mis zapatos está no solo en su calce, sino en el modo de construcción que implica toda la tradición y materiales empleados en un zapato tradicional bespoke, y por tanto su misma calidad , así como en la personalización (pues no deja de ser un zapato hecho para cada cliente por encargo).
Cualquier aclaración no dudéis en preguntar, me encanta hablar del oficio.
Enrile