Iniciado por
VerdeGabán
gracias bilbao. No lo conocía y me interesa mucho. Me ha gustado la crítica. Dejo las líneas que centran la historia:
La novela cuenta la historia de William Stoner, hijo de unos campesinos de Misuri, nacido a finales del XIX y enviado con gran esfuerzo por sus padres a la universidad para que estudie en la Facultad de Agricultura, donde un día, un profesor que está iniciando a sus alumnos en las virtudes de la literatura, se dirige directamente a él en clase para decirle: "El señor Shakespeare le habla a través de 300 años, señor Stoner, ¿le escucha?".
Vaya frase. Sobre eso no puede pivotar más que una gran historia. Pioneros es similar, también hay campesinos humildes, que luchan por sobrevivir. La historia narra la historia de una de esa familias cuyo padre, moribundo, viendo a sus hijos varones incapaces de continuar cuando él falte, les hace prometer que obedecerán a su hermana, Alexandra, una joven inteligente y observadora. Después le pide a esta que se haga cargo de todo. Alexandra le contesta con otra frase tremenda sobre la que descansa toda la historia: "Lo prometo, padre. Jamás venderemos la tierra". Una de esas frases que se te quedan grabadas y que presagian que lo que continúa no puede más que ser una gran historia.
Aunque intuyo que en la historia que propones lo que ocurre a continuación viene marcado por los fracasos, siempre me ha interesado ese proceso en el que las personas deciden dedicarse a una tarea y no a otra cualquiera. A veces se trata de un camino largo y azaroso, pero en ocasiones es como una feliz iluminación, como parece en la historia que propones. Estaba pensando en alguna historia similar, que cuente ese mismo instante, pero... no se me ocurre. Lo que me viene a la cabeza no es narrativa sino ensayos. Por un lado "El criterio" de Balmes, que viene a ser un tratado sobre el sentido común, cómo guiar el entendimiento práctico para tomar decisiones. Tiene un apartado dedicado a la elección de carrera que me gustó mucho. Narra algunos de esos instantes en que, personajes famosos, decidieron su vocación. El que más recuerdo es el de Pascal, que luego he leído en otras partes. Pascal que probablemente fue un superdotado, era educado por su padre, un hombre muy inteligente que asumió personalmente la educación de sus hijos. La hermana de Pascal cuenta que, siendo niños, una noche durante la cena, su hermano estaba diciéndole a su padre que le gustaría comenzar a estudiar trigonometría, pero su padre pensaba que era pronto y que aún debía continuar con las matemáticas antes de adentrarse en esa otra materia. A la mañana siguiente, descubrieron que Pascal había pasado toda la noche en vela. Había cogido unos tizones apagados de la chimenea y, en unos cartones, había comenzado a dibujar figuras geométricas. Cuando su padre revisó los cartones descubrió que él solo, había demostrado hasta la proposición 32 de Euclides. Balmes continúa contando casos similares y remarca la idea de que la sociedad progresaría mucho si todo el mundo se dedicase a aquello para lo que está naturalmente dotado. Y propone que la educación se oriente a ese fin.
La idea no era nueva, quien primero la había formulado fue otro español, en otro ensayo. Juan Huarte de San Juan, un médico y humanista del siglo XVI que escribió "Examen de ingenios para las ciencias". A Huarte se le considera el padre de la psicología vocacional, que es la parte de la psicología que se ocupa de la orientación profesional.
Balmes es sencillo de leer, tanto que parece que todo lo que cuenta no es más que una sucesión de obviedades. Huarte, requiere más esfuerzo, el del lenguaje del Quijote. Ambos son escritores bastante olvidados, creo. Sin embargo, en estos tiempos fatuos que nos ha tocado vivir, ese tipo de autores compensan sobradamente el esfuerzo de descubrirlos y leerlos detenidamente con el poso que deja la verdadera sabiduría. O eso al menos espero yo.