Acabo de volver del super de cerca de casa (tamaño medio tirando a pequeño). Bastante bien, la verdad (dadas las circunstancias, claro). A ver si se entra en un círculo virtuoso en ese sentido. La gente ve que no escasea el suministro, luego la mayoría no hace rapiña, luego es más fácil mantener los lineales surtidos, luego la gente ve los supermercados más surtidos, luego llega un momento que ya nadie rapiña.
Qué indigno morir rodeado de paquetes de rollos de papel higiénico y cajas con latas de fabada...