Y volviendo al dilema de Pedro..,pactará o no? Lo dejaran?
Y volviendo al dilema de Pedro..,pactará o no? Lo dejaran?
Haya paz, que es Navidad...
Por lo demás, que en los concursos de oposición se favorece a ciertos candidatos es de perogrullo. Especialmente en las de promoción interna. Eso es independiente de la valía del "aupado". De hecho, muchas veces se hace precisamente para elegir directamente a quienes se considera más aptos (que no tienen por qué ser los que mejor hagan un examen concreto) directamente, como se podría hacer en el ámbito de la empresa privada. Pero claro. Eso no está bien, ya que es saltarse las reglas. Si se considera más justo el sistema privado, lo lógico es salirse de lo público. Pero eso ni lo contemplan. Por otra parte, inevitablemente, el amiguismo también acaba entrando en el juego.
Los necios siguen la moda. Los pretenciosos la exageran. Quienes tienen buen gusto pactan con ella.
Déjate de bomberos y entrame al trapo de Pedro.
Me van a dar una alegría pactando con Podemos o no??
Los necios siguen la moda. Los pretenciosos la exageran. Quienes tienen buen gusto pactan con ella.
los bomberos y los notarios tienen padres, tíos abuelos y a veces.... que es lo peor de todo esto "padrinos" y no solo de sangre.... , que harán todo lo posible y a veces no todo lo suficientemente etico ni legal para colocarles..... ,por ahi van los tiros.... y en eso los aspirantes a bomberos son igual ,e incluso mejor segun se mire, que los aspirantes a notarios ....o al menos hay razonables motivos para suponerlo
sobre el otro comentario uffff.... si he puesto un tono paternalista no era mi intención.... aunque tener veinte años o alguno mas que el otro contertulio quiza haya hecho que se me haya ido la mano ....disculpas que le pido de antemano
Última edición por barbas; 26/12/2015 a las 14:25
No soy psicólogo ni mentalista, así que no hablo desde la óptica de estas ciencias, sino desde mi experiencia que, por cierto, parece ser mucho más reducida que la tuya. Tal vez un día tengas a bien instruirme sobre oposiciones, sin menoscabo de tus enseñanzas sobre el método inductivo que estudiaré con fruición.
Sin embargo, me gustaría, si me lo permites, plantear una observación al respecto que me atrevo a hacer desde la más profunda humildad y es que cuando no se usa con rigor dicho método, lo que extraemos por inducción no será una verdad indubitada, sino un sofisma. El sostener que porque haya habido enchufes en algunas oposiciones hace que todos los que han ganado una oposición están ahí por enchufe es una deducción errónea. Es un sofisma. Un sofisma tan grande como la diferencia de experiencia vital que nos separa. Si solo sirve para intentar desprestigiar a personas que no están de acuerdo con tu línea ideológica como Mario Conde o el marido de Soraya, es aún peor.
Aunque bueno, imagino que lo que pienso es debido a mi bisoño, pueril y cándido corazón, al que aún le queda, espero, mucho que aprender en este largo camino que es la vida. Qué le voy a hacer, soy un optimista soñador. Eso sí, he aprendido una cosa en mi corto deambular por este mundo, a callarme cuando opino de algo sobre lo que no tengo experiencia si mi interlocutor sí la ha tenido. Cada uno aprende las cosas a su tiempo.
Pd: debo ser gilipollas porque llevo 4 años opositando a lo mismo que mi padre y este verano he suspendido. Y no sé cómo coño aprobó él en su día siendo hijo del dueño de una tienda de ropa. Misterios de la (en mi caso, corta) vida.
Saludos y por mi dejamos la discusión en este punto.
Gracias al consejo de mi compadre Mandrake estoy leyendo a la autora rusa Ayn Rand.
Me ha parecido tremendamente interesante la reflexión que sobre los derechos positivos hace:
Los derechos positivos (derecho al trabajo, a la vivienda, a la atención sanitaria...) son lógicamente contradictorios en su sola enunciación, una contradictio in terminis, ya que generarían obligaciones que destruirían los derechos negativos (los únicos que hay) de terceros.
Si un individuo tiene derecho al trabajo o a la atención sanitaria, otros individuos tendrán la obligación de contratar a ese individuo y sufragar los gastos que su atención sanitaria genere, lo cual supondría la destrucción de los derechos de propiedad y libertad de terceros.
«Los mal llamados derechos positivos supondrían un derecho a esclavizar a los demás, y no existe el derecho a esclavizar.»
Abrazos.
La nueva «teoría de la justicia» exige que los hombres contrarresten la «injusticia» de la naturaleza mediante la institucionalización de la más obscenamente impensable injusticia: de privar a aquellos «favorecidos por la naturaleza» (esto es, las personas con talento, inteligentes, creativas) del derecho al fruto de su trabajo (esto es, el derecho a la vida)- y conceder a los incompetentes, los estúpidos, los vagos el derecho al disfrute de bienes que no podrían producir, no podrían imaginar y ni siquiera sabrían qué hacer con ellos.
Rebuscando lo suficiente, siempre podemos encontrar autores que refuercen nuestra visión de las cosas. No es enriquecedor, pero sienta bien.
Los necios siguen la moda. Los pretenciosos la exageran. Quienes tienen buen gusto pactan con ella.