Inés es realmente puro aire fresco en la política española. Incontestable belleza en los asuntos de Estado como el del sábado. Al bonachón de Quim (mucho peor que Junqueras en este asunto de las buenas formas), le sacó los colores con su réplica. Le cambió la cara al cínico, que por primera vez en su vida vislumbró su talla moral. No obstante, poco le importa; el prusés, el prusés y rés més que el prusés. Que gente tan peligrosa para cualquier sociedad democrática.