No sé yo... Eso se llama órdago y todo el mundo sabe que Rajoy lleva malas cartas, estas últimas manos.
Además. El consenso es una cosa y la responsabilidad otra muy distinta.
No sé yo... Eso se llama órdago y todo el mundo sabe que Rajoy lleva malas cartas, estas últimas manos.
Además. El consenso es una cosa y la responsabilidad otra muy distinta.
Los necios siguen la moda. Los pretenciosos la exageran. Quienes tienen buen gusto pactan con ella.
Para mantener la pose de moderado, tienen que ser otros los que reclamen medidas. No podrán pedir responsabilidades quienes votaron a favor de la medida.
En cuanto a las malas cartas...creo que no tiene tanto malas cartas como mal estilo de juego. No creo que tenga narices de traicionar al PNV. Esa, creo, es la cuestión.
Ahora mismo en TV3 están comentando la investidura los representantes de todos los grupos políticos.
http://www.ccma.cat/tv3/directe/tv3/
No soy afin a Federico Jimenez, pero hoy en El Mundo, lo clava.. a colación de lo que comentais más arriba.
De todas las fechorías, delitos y traiciones cometidas por Rajoy en su carrera política, el más grave es ese del que hoy se felicita, porque se larga de Cataluña dejándola al borde la guerra civil, pero fingiendo que ha cumplido con su deber, que al parecer era devolverla a la senda del golpismo que le llevó a reclamar el artículo 155 de la Constitución para no cumplirlo. Hoy, si la CUP no lo remedia, el Gobierno entregará todos los recursos materiales, policiales y económicos del Estado en Cataluña a un redomado racista que ya ha anunciado que reinstaurará la República, se ciscará en la Ley y perseguirá a los que la hayan cumplido, en la leve aplicación del 155. Millo, bolita de sebo que habla por la bolita de azufre que representa a Rajoy, ha dicho que cuando se invista "al que sea", o sea, al xenófobo racista Torra, "como se habrá culminado el 155, automáticamente el diálogo se retoma".
Total, que para el Gobierno de Rajoy, su partido, sus aliados sociatas, su socio peneuvista y el coro podemita del diario festival de Sextavisión, la culminación del 155 era devolver Cataluña al estado de insurrección que le obligó a aplicarlo, sin cerrar los medios de comunicación, disolver los Mozos y cortar los fondos públicos a la Generalidad y los golpistas del 1 de Octubre.
No sólo se ha perdido una ocasión histórica de cortar por lo sano el golpismo catalán, sino que se le asegura una total impunidad en el presente y el futuro, por supuesto extensible al pasado, porque no tengo la menor duda de que la estrategia del bloque rajoyano-separatista (soga-cordón sanitario contra Ciudadanos) será ofrecer la salida de los presos golpistas -como los etarras- a cambio de moderar sus gestos de desafío al Estado y de humillación a los españoles. O sea, que el Golpe no se note mucho, que hay elecciones. Y si gana Albert Rivera, ahí le dejo un regalito: cinco comunidades autónomas a punto de rebelión.
Si Torra hace lo que ha dicho, con la CUP y Puigdemont -y lo hará-, entregarle los recursos del Estado no será, como desde tiempos de Mas y según ha dejado claro el Supremo, financiar el Golpe, sino la guerra civil en Cataluña y la voladura del edificio constitucional en un par de años, los que tiene Rajoy para darle -con Urkullu y Sánchez- abundante gasolina al pirómano.
En rigor, el pirómano es Rajoy.
En este caso creo que es parte de un discurso perfectamente estudiado y tiene que ver más con dinámica de masas; no hay nada que una más un grupo que tener un enemigo común. En la historia tenemos muy buenos ejemplos de esta estrategia.
La desgracia es que "ambos bandos" están usando la misma estrategia y aún agrandan más la brecha.
Ninguna de las partes está siendo "receptiva y amigable" con la otra (con o sin justificación; me limito a los hechos y no su análisis). Eso únicamente tiene un resultado como final.
no pain no gain
No os hacía yo de poner la otra mejilla, es decir, de hacer pedagogia con nazis discipulos de Heriberto Barrera, Pompeu Gener, Prat de la Riba y Maciá. Te dicen que eres un infraser, untermensch, pero hay que ser receptivo y amigable. Así nos va...
No creo que haya que poner la otra mejilla, pero tampoco buscar la confrontación. Si fuera sólo a nivel político, de acuerdo, pero, cuando todo ocurre a nivel social, hay que ir con cuidado para no llegar a un conflicto que luego no se pueda parar. Y es obligación de los políticos hacer todo lo que esté en su mano para que eso no ocurra. Y si eso implica morderse la lengua ante según que insultos y seguir trabajando por llegar a una situación de normalidad, pues adelante. Los discursos y posturas broncas nunca han llevado a nada bueno.
Dicho esto, hay cosas que no son aceptables. Yo ayer no tuve problema alguno en sumarme a la concentración de protesta por la investidura de un President filofascista y xenófobo.
Yo es que veo en la elección de este tipo una oportunidad, más que un problema.
Como si hubieran sacado el retrato de Dorian Gray del desván para colgarlo en el recibidor.
Los necios siguen la moda. Los pretenciosos la exageran. Quienes tienen buen gusto pactan con ella.