No es tan difícil como parece. Sólo hay que salir del circuito de las marcas habituales. Pensemos, por ejemplo, en LA, o en empresas como Kler o Brubaker, o en fabricantes de calzado como Tallsem, Cobbler Union, Vidal Fernández...
En el momento en que buscamos algo menos convencional, es muy fácil regresar al made in Spain y la mejora de la calidad se nota. Por experiencia, sé que un pantalón LA de 150 € es muchísimo más barato que otro de Mango a 49,90 €.