Hace mucho que nadie crea un tema con una chorrada de estas legendarias que aparecen por ahí de vez en cuando. Después de la fiebre de las gafas y pajaritas de madera, queda el siguiente paso para terminar de conquistar la naturaleza: Las gafas de piedra. Porque yo siempre he querido unas de alabastro o marmol verde que hagan palidecer a los marcos de las ventanas del duomo de Florencia.