Yo digo sí a las papas. En todas sus variantes (aunque mejor guisadas que fritas)
Hombre, pero estaremos de acuerdo en que creeremos más al que, además de hablar, lo demuestre fehacientemente, ¿no? Porque si un nutricionista me dice que se puede definir igualmente con patatas o sin patatas pero no es capaz de mostrarme a nadie que lo haga con... Es que, habiendo tanto estudio en uno u otro sentido, me cuesta creerme lo que no esté soportado con pruebas... Ojo, hablamos de definir, no de perder peso.
Mate no se explicarlo ... pero vamos que me fiare siempre más de un tío con un bagaje de nutrición y etc etc que un tío de gimnasio que le han dicho que no coma patatas para definir (lo digo así por ser bestia pero se me entiende ) a mi que lo digáis ronin y tú que si que tenéis un cuerpo que ya quisiera yo ... lo puedo coger pero con pinzas ... siempre haré más caso a un profesional de la nutrición ... que no se me entienda mal eh que vuestros consejos siempre son más que bienvenidos pero no comulgo con todo lo que decís
Enviado desde mi iPhone utilizando Tapatalk
También se podría dar la paradoja de un nutricionista, buen profesional, que sepa perfectamente qué hay que hacer para tener un cuerpo saludable pero que él no lo haga. Conozco excelentes médicos -uno cardiólogo- que fuman.
Yo creo que Pablo se refería al nutricionista que predica con el ejemplo, no a un machaca de gimnasio. Los tipos que preparan a deportistas y fisioculturistas también son nutricionistas, con el añadido de que conocen mejor su aplicación al deporte (y, en el caso del fisioculturismo, a la estética).
Cuando yo digo algo es porque tengo un entrenador/nutricionista que me cuida la dieta y me dice: patatas, no; si quieres calorías e hidratos, dos platos de espinacas o de acelgas, que no te hace falta más. Y me da las explicaciones oportunas (explicaciones que, si soy sincero, no suelo escuchar; obedezco y ya está). Y me fío más de él que de otro nutricionista porque, además, es preparador físico. No me sirve cualquier nutricionista porque están también los de "hay que comer un poco de todo" con independencia de los fines de uno. El mío es un tío que lo mismo prepara a un deportista de cara a la pretemporada, que a un bailarín, que a un actor que necesita cuerpazo para una película (con alguno me he cruzado saliendo del estudio).