styleconsultant
15/02/2014, 10:16
Hola a todos! con eso del hilo de las aficiones quería compartir este artículo que he publicado en el blog. La serie de "El dandi en el diván" me gusta especialmente porque une lo que me gusta la moda clásica masculina con mi afición por escribir :-). Espero que os guste!!!
PD. Es posible que no entendáis muy bien de qué va si no habéis leído nunca los anteriores (éste ya es el octavo capítulo). Si queréis ver el resto os dejo este enlace (sorry, no pretendo hacer spam). http://www.style-consultant.info/search/label/el%20dandi%20en%20el%20divan
El dandi el diván - Capítulo 8 - Dandy seduction....
Ahhh, doctor... ¡veo que viene usted hoy con corbata! Le sienta bien, francamente bien. Mucho mejor que esas desaliñadas camisas de cuadros que solía traerme en nuestras primeras sesiones. ¿Puedo preguntarle si tiene algo que ver todo lo que hemos hablado? No me lo diga, intuyo la respuesta...
En realidad, la elegancia es una enfermedad incurable y tristemente poco extendida, aunque si le pica el gusanillo del dandi, amigo mío, está usted perdido... y salvado al mismo tiempo. No es una cuestión de dinero, no caigamos en algo tan banal. Hoy día demostrar exclusividad ya no tiene interés alguno, es sólo una cuestión de ceros en la cuenta corriente y una mera demostración cuantitativa... tristemente vulgar. Pero sentemos una base fundamental: el dinero no compra la elegancia. Reconozcámoslo, ser un dandi no es para cualquiera. Hay que tener... una madera especial, pero una vez entras en el juego, es imposible salir y, en realidad, ¿quién quiere hacerlo?
Hablar de un dandi es hablar de una prenda a medida, personal, única, con alma. Nacida de las manos de un artesano y perfectamente adecuada a uno mismo, basada en sus gustos e intenciones. ¿Acaso ve a un dandi rebuscando entre la ropa arrugada de un Zara? Por Dios, ¡ese tipo de tiendas son al dandi lo que el ajo al vampiro! Un dandi tendrá un sastre de cabecera, que entenderá perfectamente aquello que busca, que anhela, que necesita. Esas horribles camisas a cuadros dejarán espacio a magníficas camisas hechas a mano y a medida, prendas únicas hechas sólo para usted por un artesano, esas prendas tendrán alma. No serán el resultado de unas medidas estándar que sólo se ajustan al maniquí de un escaparate. Querido amigo, si le pica a usted el gusanillo de la elegancia, eliminará de su imaginario el pret à porter, como quien al llegar a casa sacude el polvo de sus zapatos. Ésto, como comprenderá, requiere un esfuerzo económico, pero sobre todo mental.
Verá cómo las modas cambian y su traje sigue impecable en el armario, ajeno a las nuevas "tendencias"... pero amigo, ¿quién quiere ser víctima de algo tan horrible que ha de cambiar cada seis meses*? Descubrirá el encanto de la espera, de las pruebas, del descubrimiento final de una prenda que sólo tendrá usted (y aquellos que, encandilados, intenten copiarle...). Todo un maravilloso universo de telas convertidas en las más fascinantes prendas: camisas, abrigos, trajes, chaquetas de sport... y sobre todo descubrirá el inigualable placer de los zapatos.
El dandismo es todo esto, pero requerirá de un esfuerzo importante por su parte, de una personalidad inquebrantable y de un amor por la elegancia que pocos entenderán. Es complicado en estos días de hoy ser uno mismo, ser "único", ante una masa atontada que sigue los designios de una moda establecida por unos pocos. Debe encontrar en su interior quién es usted realmente, y sacarlo a la luz sin miedo. El camino a la distinción empieza ahí. Póngase el sombrero que siempre quiso usar, lleve corbata al cine (si es que encuentra alguna película decente que ver), póngase esos gemelos que heredó y que tan bonitos le han parecido siempre, aunque todos digan que están anticuados... Vista como su ego le indique... como le dé la gana.
Qué le puedo decir, doctor, el dandismo es extraordinariamente seductor.
PD. Es posible que no entendáis muy bien de qué va si no habéis leído nunca los anteriores (éste ya es el octavo capítulo). Si queréis ver el resto os dejo este enlace (sorry, no pretendo hacer spam). http://www.style-consultant.info/search/label/el%20dandi%20en%20el%20divan
El dandi el diván - Capítulo 8 - Dandy seduction....
Ahhh, doctor... ¡veo que viene usted hoy con corbata! Le sienta bien, francamente bien. Mucho mejor que esas desaliñadas camisas de cuadros que solía traerme en nuestras primeras sesiones. ¿Puedo preguntarle si tiene algo que ver todo lo que hemos hablado? No me lo diga, intuyo la respuesta...
En realidad, la elegancia es una enfermedad incurable y tristemente poco extendida, aunque si le pica el gusanillo del dandi, amigo mío, está usted perdido... y salvado al mismo tiempo. No es una cuestión de dinero, no caigamos en algo tan banal. Hoy día demostrar exclusividad ya no tiene interés alguno, es sólo una cuestión de ceros en la cuenta corriente y una mera demostración cuantitativa... tristemente vulgar. Pero sentemos una base fundamental: el dinero no compra la elegancia. Reconozcámoslo, ser un dandi no es para cualquiera. Hay que tener... una madera especial, pero una vez entras en el juego, es imposible salir y, en realidad, ¿quién quiere hacerlo?
Hablar de un dandi es hablar de una prenda a medida, personal, única, con alma. Nacida de las manos de un artesano y perfectamente adecuada a uno mismo, basada en sus gustos e intenciones. ¿Acaso ve a un dandi rebuscando entre la ropa arrugada de un Zara? Por Dios, ¡ese tipo de tiendas son al dandi lo que el ajo al vampiro! Un dandi tendrá un sastre de cabecera, que entenderá perfectamente aquello que busca, que anhela, que necesita. Esas horribles camisas a cuadros dejarán espacio a magníficas camisas hechas a mano y a medida, prendas únicas hechas sólo para usted por un artesano, esas prendas tendrán alma. No serán el resultado de unas medidas estándar que sólo se ajustan al maniquí de un escaparate. Querido amigo, si le pica a usted el gusanillo de la elegancia, eliminará de su imaginario el pret à porter, como quien al llegar a casa sacude el polvo de sus zapatos. Ésto, como comprenderá, requiere un esfuerzo económico, pero sobre todo mental.
Verá cómo las modas cambian y su traje sigue impecable en el armario, ajeno a las nuevas "tendencias"... pero amigo, ¿quién quiere ser víctima de algo tan horrible que ha de cambiar cada seis meses*? Descubrirá el encanto de la espera, de las pruebas, del descubrimiento final de una prenda que sólo tendrá usted (y aquellos que, encandilados, intenten copiarle...). Todo un maravilloso universo de telas convertidas en las más fascinantes prendas: camisas, abrigos, trajes, chaquetas de sport... y sobre todo descubrirá el inigualable placer de los zapatos.
El dandismo es todo esto, pero requerirá de un esfuerzo importante por su parte, de una personalidad inquebrantable y de un amor por la elegancia que pocos entenderán. Es complicado en estos días de hoy ser uno mismo, ser "único", ante una masa atontada que sigue los designios de una moda establecida por unos pocos. Debe encontrar en su interior quién es usted realmente, y sacarlo a la luz sin miedo. El camino a la distinción empieza ahí. Póngase el sombrero que siempre quiso usar, lleve corbata al cine (si es que encuentra alguna película decente que ver), póngase esos gemelos que heredó y que tan bonitos le han parecido siempre, aunque todos digan que están anticuados... Vista como su ego le indique... como le dé la gana.
Qué le puedo decir, doctor, el dandismo es extraordinariamente seductor.