masca
27/03/2015, 09:38
Si a Arabia tú vas, no debes olvidar, que allí hay otra ley que debes cumplir, si quieres vivir.
Asi podría empezar mi relato sobre uno, para mí, de los mejores viajes que he hecho hasta ahora, no os creáis que lo digo por el peligro de sus gentes, o sentirse intimidado, sino porque es una ciudad sin ley “trafiquil” y si te alojas en una zona como la que me alojé yo, el riesgo a morir atropellado o acabar mutilado es altamente probable a no ser que lleves unas buenas suelas de goma que te frenen en seco.
Empezaré por la llegada a este hermoso país, es salir del avión y pensar que has viajado muchos miles de km, no solo esas dos horitas que nos separan a los madrileños de los Marrakechís.
Una vez montado en el taxi, no parece que te hayas subido a un boing o Airbus en su defecto, sino a una cosa parecida a esto.
http://matap.dmae.upm.es/cienciaficcion/DIVULGACION/10/VIAJES%20EN%20EL%20TIEMPO_archivos/image030.jpg
Los burros por las carretera, los coches con mas de 30 años a sus espaldas casi todos, las bicis destartaladas, todas las casas del mismo color, nunca había visto algo tan monocromático en mi vida, pobreza, mucha mucha pobreza, pero a la vez con un encanto y un misterio que hacvian que te fueras fijando hasta en la mas insulsa de las piedras.
Llegar al Riad, no fue lo más fácil del mundo, el taxi se metió en unas calles, que si hubiera sido yo el que conducía , todavía seguiría esperando a ver cuándo me dejaban pasar, pasabas por calles donde se juntaba una carnicería con la carne al sol, cabezas de vaca colgadas, niños solos por la calle mirando al suelo o a los bolsillos de los turistas (los pocos que había en esa zona) muchos talleres de reparación de motos, y muchos, muchísimos puestos de pinchos morunos, que allí se llamarán pinchos.
Al fin el taxi llega, nos deja en la plaza más cercana al riad, hay calles donde solo las motos , bicis, o burros pueden entrar, y aunque el taxista parecía muy dispuesto, me daba palo pedirle que me llevara en brazos al riad .
Sacamos las maletas y allí nos estaba esperando nuestro anfitrión, para llevarnos a el maravilloso Riad que habíamos elegido. Pasamos un callejos con dos puestos de a saber que a cada lado, pasamos un callejón donde por la noche no se veía absolutamente nada, otra calle mas con un puestecillo de ultramarinos, otra callejuela con un puesto de babuchas (los artesanos que se las hacen a las mejores tiendas de Marrakech) y por fin llegamos a una puerta, en la cual accedes a otro submundo, un mundo de paz, relax y música chillout para desconectar del agobio y el estrés que produce la medina.
Deciros que para próximas veces habría elegido otro riad, ya que nos llovió todos los días, e ir hasta la plaza no era muy agradable por la noche, pero para la primera vez, no podía haber elegido mejor sitio, estaba una plaza llamada sidi Ayoub, la cual según me dijeron un par de taxistas era la zona más local de Marrakech, y por el bullicio de gente y los puestos de comida ambulante, aparcamiento de burros y vida en la calle me lo creí.
Marrakech es … diferente, son olores (no todos buenos) colores (tampoco todos buenos), misterio, gentes de toda clase, amables, serviciales, en casos muy muy pesados, agobiantes hasta la extenuación y en muchos casos también desagradables y que pueden hacer que tu viaje no sea todo lo agradable que querías, aunque como ya iba prevenido, supe como vencer esa parte.
la verdad es que crei que iba a ser como esto
https://youtu.be/Z95qnRd8YvE
pero no... no vi a Smithers en ningún lado
No puedes dar 3 pasos sin que alguien te diga, amigo, jefe, porros, porro bueno, yo no guía pero vente conmigo, curtidores por allí solo abren un dia a la semana, la plaza por ahí (en realidad siempre está para el otro lado) españoles, real Madrid, Barça, españoles gitanos (esto último hacia que la vena de mi cuello se hinchara y me viera en una cárcel marroquí por homicidio con alevosía.
Si vais alguna vez, ni caso a la gente que os dice dónde están las cosas y que os acompañan o a los que os dicen que no son guias pero que los curtidores solo abren un dia a la semana y no os lo podéis perder, yo ya iba avisado ,pero mucha gente que no va se encuentra luego desagradables sorpresas.
De las mejores cosas que hice nada mas llegar fue comprar una tarjeta de una semana de Maroc telecom, tiene un giga, 20 minutos internacionales y 200 minutos nacionales y 200 sms, y todo por 100 DH (menos de 10 euros), y os aseguro que el google maps… es casi imprescindible allí.
Continuará...
Asi podría empezar mi relato sobre uno, para mí, de los mejores viajes que he hecho hasta ahora, no os creáis que lo digo por el peligro de sus gentes, o sentirse intimidado, sino porque es una ciudad sin ley “trafiquil” y si te alojas en una zona como la que me alojé yo, el riesgo a morir atropellado o acabar mutilado es altamente probable a no ser que lleves unas buenas suelas de goma que te frenen en seco.
Empezaré por la llegada a este hermoso país, es salir del avión y pensar que has viajado muchos miles de km, no solo esas dos horitas que nos separan a los madrileños de los Marrakechís.
Una vez montado en el taxi, no parece que te hayas subido a un boing o Airbus en su defecto, sino a una cosa parecida a esto.
http://matap.dmae.upm.es/cienciaficcion/DIVULGACION/10/VIAJES%20EN%20EL%20TIEMPO_archivos/image030.jpg
Los burros por las carretera, los coches con mas de 30 años a sus espaldas casi todos, las bicis destartaladas, todas las casas del mismo color, nunca había visto algo tan monocromático en mi vida, pobreza, mucha mucha pobreza, pero a la vez con un encanto y un misterio que hacvian que te fueras fijando hasta en la mas insulsa de las piedras.
Llegar al Riad, no fue lo más fácil del mundo, el taxi se metió en unas calles, que si hubiera sido yo el que conducía , todavía seguiría esperando a ver cuándo me dejaban pasar, pasabas por calles donde se juntaba una carnicería con la carne al sol, cabezas de vaca colgadas, niños solos por la calle mirando al suelo o a los bolsillos de los turistas (los pocos que había en esa zona) muchos talleres de reparación de motos, y muchos, muchísimos puestos de pinchos morunos, que allí se llamarán pinchos.
Al fin el taxi llega, nos deja en la plaza más cercana al riad, hay calles donde solo las motos , bicis, o burros pueden entrar, y aunque el taxista parecía muy dispuesto, me daba palo pedirle que me llevara en brazos al riad .
Sacamos las maletas y allí nos estaba esperando nuestro anfitrión, para llevarnos a el maravilloso Riad que habíamos elegido. Pasamos un callejos con dos puestos de a saber que a cada lado, pasamos un callejón donde por la noche no se veía absolutamente nada, otra calle mas con un puestecillo de ultramarinos, otra callejuela con un puesto de babuchas (los artesanos que se las hacen a las mejores tiendas de Marrakech) y por fin llegamos a una puerta, en la cual accedes a otro submundo, un mundo de paz, relax y música chillout para desconectar del agobio y el estrés que produce la medina.
Deciros que para próximas veces habría elegido otro riad, ya que nos llovió todos los días, e ir hasta la plaza no era muy agradable por la noche, pero para la primera vez, no podía haber elegido mejor sitio, estaba una plaza llamada sidi Ayoub, la cual según me dijeron un par de taxistas era la zona más local de Marrakech, y por el bullicio de gente y los puestos de comida ambulante, aparcamiento de burros y vida en la calle me lo creí.
Marrakech es … diferente, son olores (no todos buenos) colores (tampoco todos buenos), misterio, gentes de toda clase, amables, serviciales, en casos muy muy pesados, agobiantes hasta la extenuación y en muchos casos también desagradables y que pueden hacer que tu viaje no sea todo lo agradable que querías, aunque como ya iba prevenido, supe como vencer esa parte.
la verdad es que crei que iba a ser como esto
https://youtu.be/Z95qnRd8YvE
pero no... no vi a Smithers en ningún lado
No puedes dar 3 pasos sin que alguien te diga, amigo, jefe, porros, porro bueno, yo no guía pero vente conmigo, curtidores por allí solo abren un dia a la semana, la plaza por ahí (en realidad siempre está para el otro lado) españoles, real Madrid, Barça, españoles gitanos (esto último hacia que la vena de mi cuello se hinchara y me viera en una cárcel marroquí por homicidio con alevosía.
Si vais alguna vez, ni caso a la gente que os dice dónde están las cosas y que os acompañan o a los que os dicen que no son guias pero que los curtidores solo abren un dia a la semana y no os lo podéis perder, yo ya iba avisado ,pero mucha gente que no va se encuentra luego desagradables sorpresas.
De las mejores cosas que hice nada mas llegar fue comprar una tarjeta de una semana de Maroc telecom, tiene un giga, 20 minutos internacionales y 200 minutos nacionales y 200 sms, y todo por 100 DH (menos de 10 euros), y os aseguro que el google maps… es casi imprescindible allí.
Continuará...