Kurtz
25/02/2014, 20:19
Uno de los factores más importantes a la hora de preparar un viaje en condiciones es la antelación. No ya sólo por aquello de informarse adecuadamente acerca del destino elegido (esencial para disfrutar al máximo de la experiencia), sino también para obtener la máxima calidad al precio más ajustado posible. Las diferencias pueden ser enormes, en ese sentido. Reservar tarde implica pagar más (mucho más) por menor calidad (las mejores opciones ya están agotadas).
Así pues, tenemos que fijar un plazo aproximado que no será una cifra fija sino una ventana de oportunidad durante la cual deberemos estar atentos a lo largo de varios días, a veces semanas, para apretar el botón en el momento justo. Importante no dudar. Si parece bueno, píllalo. Esa ventana la podríamos fijar entre los dos y los tres meses. Nunca menos de dos meses (esa es una línea roja, para mí) ni tampoco pasarse de tempranero (salvo que tengamos muy claro que la oferta es buena, que también podría ocurrir). Lo que pasa es que, con demasiada antelación, los precios son los estándar de tarifa y, si bien no son tan altos como los de última hora, tampoco hay ofertas tan jugosas como cuando comienzan a "afilar el lápiz" las compañías (cada empresa tiene su política, también; ésto son observaciones generales).
Bien. Los tres elementos principales a la hora de preparar un viaje son transporte, alojamiento y seguro de viaje. Éste último es el gran olvidado, pero es el más importante de todos. Es el que nos permitirá recuperar parte o la totalidad de nuestro dinero en caso de que no podamos viajar por causa de fuerza mayor (cosa no tan impensable si tenemos en cuenta que estamos hablando de viajes preparados con mucha antelación), el que nos compensará en caso de incidencias durante el viaje y, no menos importante, el que nos atenderá médicamente en caso de necesidad (muchos de nuestros viajes son fuera de la comunidad económica europea, lo que quiere decir que los gastos no los paga papá estado sino nosotros o, en el caso que nos ocupa, nuestro seguro; y, como no estamos acostumbrados, ni nos imaginamos lo caras que son estas cosas). Además, hay que tener en cuenta que el seguro no es una cosa genérica que nos cubre y ya está. Estás contratando algo concreto, con muchas diferencias entre diferentes opciones, y la cobertura será en función de eso y no de la idea de justicia general que podamos tener acerca de lo que creamos que debería cubrir y en qué condiciones. Luego vienen los disgustos y las quejas (muchas veces) injustificadas. El seguro hay que elegirlo igual que se elige el medio de transporte y el alojamiento. En cuanto al momento de contratarlo, lo suyo es hacerlo cuanto antes una vez formalizado el pago de la reserva del vuelo (en su caso), para que nos cubra en caso de cancelación forzosa sin que la compañía aseguradora pueda alegar condición pre-existente del hecho causante (vamos, que no digan que has contratado el seguro sólo porque te acabas de enterar de que no ibas a poder viajar por la razón que sea). Lo ideal es un seguro de viaje todo en uno y olvidarse del que ofrecen las compañías aéreas, por ejemplo (mucho más limitado). Así no pagas dos veces por una misma cobertura.
El hotel (yo soy mucho de hotel; es lo más cómodo), en principio recomiendo cogerlo con cancelación gratuita, ya que eso permite reservar con cierta "alegría" (para ir pillando sitio) y luego ya, en caso de ver algo mejor, volver a reservar en el nuevo y cancelar la reserva anterior (en ese orden, por favor). Decía "en principio" porque muchas veces hay precios cerrados que, dependiendo del destino y del número de noches, pueden suponer un ahorro considerable. Eso, unido a un seguro de viaje con la adecuada cobertura, hace de ésta una muy buena opción. Por lo que respecta a la elección del hotel propiamente dicho, la experiencia me ha enseñado que los factores prioritarios son (en este orden): ubicación cualitativa del hotel (que la calle no sea un lugar desaconsejable, sobre todo a la noche), distancia con respecto a la parte de la ciudad que nos interesa visitar (normalmente el centro, si vamos de vacaciones), calidad (medida a través de los comentarios de los viajeros; hay que leer/filtrar mucho, no vale quedarse sólo con el numerito) y situación con respecto a las paradas de metro/autobús (si vas en taxi, ésto te va a dar igual). El peor error, para mí, es coger un buen hotel a buen precio pero alejado de los puntos de interés. Entendiendo, naturalmente, que siempre trabajamos con unos mínimos en cuanto a calidad y unos máximos en cuanto a precio. Además, yo siempre recomiendo patear las ciudades lo más posible. Es la mejor manera de conocer un lugar. Vas de un punto de interés a otro, pero empapándote de lo que hay entre medias; el día a día cotidiano (a veces lo que nos deja un regusto más satisfactorio al cabo del tiempo). Por lo demás, lo más efectivo es usar un portal reputado que trabaje con la mayor cantidad de hoteles. No olvidemos tampoco que un "desayuno incluido", por ejemplo, es importantísimo a la hora de evaluar económicamente un hotel. El coste del hotel es mucho más que el precio por noche. Hay que tener en cuenta todos los factores asociados.
He dejado para el final el transporte. Es la parte más "estresante" del proceso, ya que aquí es donde se aplica con más claridad la recomendación que hacía al principio acerca de la ventana de oportunidad, el seguimiento y el click del ratón. Especialmente cuando hablamos de vuelos (el resto de medios de transporte tienen unas tarifas menos enloquecidas). Lo mejor es situarse por medio de un buscador genérico para luego, una vez centrado el foco en las compañías más interesantes, terminar de buscar las mejores ofertas/horarios/condiciones en su página y contratar con ellos directamente. Ni que decir tiene que, si se dispone de una cierta flexibilidad de fechas (poder desplazar nuestro viaje unos días adelante o unos días hacia atrás; variando incluso el número de días inicialmente asignados, en caso de que resulte conveniente), podremos acceder a ofertas muchísimo más jugosas.
En fin. He tratado de juntar aquí un poco las ideas principales y, aunque me ha quedado un tocho infumable, faltan muchos matices y detalles que aportar. La idea es ir desgranándolos en éste hilo general o en otros específicos que se creen al efecto. Yo he viajado bastante y me pongo a vuestra disposición para aconsejaros de la mejor manera que me sea posible.
Un saludo y… ¡buen viaje!
Así pues, tenemos que fijar un plazo aproximado que no será una cifra fija sino una ventana de oportunidad durante la cual deberemos estar atentos a lo largo de varios días, a veces semanas, para apretar el botón en el momento justo. Importante no dudar. Si parece bueno, píllalo. Esa ventana la podríamos fijar entre los dos y los tres meses. Nunca menos de dos meses (esa es una línea roja, para mí) ni tampoco pasarse de tempranero (salvo que tengamos muy claro que la oferta es buena, que también podría ocurrir). Lo que pasa es que, con demasiada antelación, los precios son los estándar de tarifa y, si bien no son tan altos como los de última hora, tampoco hay ofertas tan jugosas como cuando comienzan a "afilar el lápiz" las compañías (cada empresa tiene su política, también; ésto son observaciones generales).
Bien. Los tres elementos principales a la hora de preparar un viaje son transporte, alojamiento y seguro de viaje. Éste último es el gran olvidado, pero es el más importante de todos. Es el que nos permitirá recuperar parte o la totalidad de nuestro dinero en caso de que no podamos viajar por causa de fuerza mayor (cosa no tan impensable si tenemos en cuenta que estamos hablando de viajes preparados con mucha antelación), el que nos compensará en caso de incidencias durante el viaje y, no menos importante, el que nos atenderá médicamente en caso de necesidad (muchos de nuestros viajes son fuera de la comunidad económica europea, lo que quiere decir que los gastos no los paga papá estado sino nosotros o, en el caso que nos ocupa, nuestro seguro; y, como no estamos acostumbrados, ni nos imaginamos lo caras que son estas cosas). Además, hay que tener en cuenta que el seguro no es una cosa genérica que nos cubre y ya está. Estás contratando algo concreto, con muchas diferencias entre diferentes opciones, y la cobertura será en función de eso y no de la idea de justicia general que podamos tener acerca de lo que creamos que debería cubrir y en qué condiciones. Luego vienen los disgustos y las quejas (muchas veces) injustificadas. El seguro hay que elegirlo igual que se elige el medio de transporte y el alojamiento. En cuanto al momento de contratarlo, lo suyo es hacerlo cuanto antes una vez formalizado el pago de la reserva del vuelo (en su caso), para que nos cubra en caso de cancelación forzosa sin que la compañía aseguradora pueda alegar condición pre-existente del hecho causante (vamos, que no digan que has contratado el seguro sólo porque te acabas de enterar de que no ibas a poder viajar por la razón que sea). Lo ideal es un seguro de viaje todo en uno y olvidarse del que ofrecen las compañías aéreas, por ejemplo (mucho más limitado). Así no pagas dos veces por una misma cobertura.
El hotel (yo soy mucho de hotel; es lo más cómodo), en principio recomiendo cogerlo con cancelación gratuita, ya que eso permite reservar con cierta "alegría" (para ir pillando sitio) y luego ya, en caso de ver algo mejor, volver a reservar en el nuevo y cancelar la reserva anterior (en ese orden, por favor). Decía "en principio" porque muchas veces hay precios cerrados que, dependiendo del destino y del número de noches, pueden suponer un ahorro considerable. Eso, unido a un seguro de viaje con la adecuada cobertura, hace de ésta una muy buena opción. Por lo que respecta a la elección del hotel propiamente dicho, la experiencia me ha enseñado que los factores prioritarios son (en este orden): ubicación cualitativa del hotel (que la calle no sea un lugar desaconsejable, sobre todo a la noche), distancia con respecto a la parte de la ciudad que nos interesa visitar (normalmente el centro, si vamos de vacaciones), calidad (medida a través de los comentarios de los viajeros; hay que leer/filtrar mucho, no vale quedarse sólo con el numerito) y situación con respecto a las paradas de metro/autobús (si vas en taxi, ésto te va a dar igual). El peor error, para mí, es coger un buen hotel a buen precio pero alejado de los puntos de interés. Entendiendo, naturalmente, que siempre trabajamos con unos mínimos en cuanto a calidad y unos máximos en cuanto a precio. Además, yo siempre recomiendo patear las ciudades lo más posible. Es la mejor manera de conocer un lugar. Vas de un punto de interés a otro, pero empapándote de lo que hay entre medias; el día a día cotidiano (a veces lo que nos deja un regusto más satisfactorio al cabo del tiempo). Por lo demás, lo más efectivo es usar un portal reputado que trabaje con la mayor cantidad de hoteles. No olvidemos tampoco que un "desayuno incluido", por ejemplo, es importantísimo a la hora de evaluar económicamente un hotel. El coste del hotel es mucho más que el precio por noche. Hay que tener en cuenta todos los factores asociados.
He dejado para el final el transporte. Es la parte más "estresante" del proceso, ya que aquí es donde se aplica con más claridad la recomendación que hacía al principio acerca de la ventana de oportunidad, el seguimiento y el click del ratón. Especialmente cuando hablamos de vuelos (el resto de medios de transporte tienen unas tarifas menos enloquecidas). Lo mejor es situarse por medio de un buscador genérico para luego, una vez centrado el foco en las compañías más interesantes, terminar de buscar las mejores ofertas/horarios/condiciones en su página y contratar con ellos directamente. Ni que decir tiene que, si se dispone de una cierta flexibilidad de fechas (poder desplazar nuestro viaje unos días adelante o unos días hacia atrás; variando incluso el número de días inicialmente asignados, en caso de que resulte conveniente), podremos acceder a ofertas muchísimo más jugosas.
En fin. He tratado de juntar aquí un poco las ideas principales y, aunque me ha quedado un tocho infumable, faltan muchos matices y detalles que aportar. La idea es ir desgranándolos en éste hilo general o en otros específicos que se creen al efecto. Yo he viajado bastante y me pongo a vuestra disposición para aconsejaros de la mejor manera que me sea posible.
Un saludo y… ¡buen viaje!