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Ver la versión completa : La camisa



Bouzas
03/03/2014, 16:16
Al igual que con "El traje (http://www.rincondecaballeros.com/threads/374-El-traje?p=11483#post11483)" os dejo un pedacito del libro "Manual del perfecto caballero" de Jose María López-Galiacho, creo que puede ser bastante instructivo.


La camisa
«Un ojal realmente bien hecho es el único vínculo entre el
arte y la naturaleza.»
Oscar Wilde


La camisa, es seguramente la prenda del armario del caballero más antigua de cuantas han llegado a nuestros días.

No obstante, sería erróneo pensar que aquellas primeras camisas eran similares a las que hoy se visten.

La camisa tal y como se conoce hoy, es decir, con una tira de botones en su parte frontal, no hace su aparición hasta 1871. No obstante, muchos siglos antes los caballeros ya vestían una especie de camisola cuya evolución terminó derivando en la camisa actual.

Antes de la aparición de la camisa los caballeros cubrían su cuerpo con una especie de túnica de hilo que sin tener en cuenta medida alguna descansaba sobre sus cuerpos de forma holgada. Tanto estas túnicas como sus posteriores evoluciones se caracterizaron por tener que pasarse por encima de la cabeza, como hoy se hace con las camisetas.

Si bien en la actualidad no hay problema alguno en mostrar la camisa al exterior, esto no siempre ha sido así. Hasta bien entrado el siglo XIX la camisa era considerada como prenda de ropa interior y consecuentemente estaba totalmente prohibido mostrarla. Carecía de finalidad estética y solo servía para proteger del frío y para evitar que los olores corporales se filtrasen en las prendas exteriores, sirviendo de parapeto frente a estos. Igualmente, las no pocas veces ásperas prendas exteriores obligaban a contar con camisas que protegieran el cuerpo del roce con aquellas.

Con el mismo propósito las camisas se confeccionaban con mangas largas y un cuello bastante alto.

La consideración de la camisa como prenda interior explica por qué no es conforme a protocolo ni presentarse ante una dama en «mangas de camisa» ni desprenderse de la chaqueta en lugares públicos como restaurantes. Si con seguridad ningún caballero se sentará a la mesa en camiseta interior, tampoco debería hacerlo en camisa ya que al menos en este sentido el protocolo sigue considerando ambas prendas como similares.

En la época isabelina, la extravagancia se apodera de los puños y de los cuellos de las camisas rematando ambos extremos con gorgueras de gran tamaño. A finales del siglo XVIII, los encajes, las gorgueras y las camisas de almidón dejan paso a terminaciones menos pomposas de hilo blanco. Hasta la llegada de los primeros gemelos, los puños se cerraban con lazos de seda. Igualmente, las camisas, sin ser tan armadas como antes, sí siguen contando con volantes, abotonándose los cuellos con lazos y broches preciosos.
Solo a partir de finales del siglo XIX la camisa empieza a ser considerada como otra prenda exterior más y por tanto comienzan a cuidarse tanto sus medidas como su
aspecto final. Es en estos años cuando la camisa blanca se apodera casi en exclusiva de los armarios de los caballeros.

La camisa blanca obligaba a los caballeros a mantener una pulcritud total para evitar manchársela e impedir que sus amistades apreciaran cualquier tipo de suciedad en ella. Solo los caballeros más adinerados podían cambiarse varias veces al día de camisa y no mostrar mancha alguna. Esto hace que la camisa blanca se convierta en la prenda fetiche de la alta sociedad de la época.

Por esta misma razón, las camisas a rayas o estampadas no eran aceptadas por la burguesía de entonces ya que se podía pensar que tras esos estampados se escondían
posibles manchas. Para que nadie llegara a pensar semejante «barbaridad» y que los señores pudieran presumir de la clase social a la que pertenecían se empezaron a
vestir camisas con algún tipo de estampado pero manteniendo el cuello y los puños de color blanco.

Al ser todavía lo normal acompañar cualquier atuendo de una chaqueta, los cuellos de la camisa eran la parte más expuesta al exterior y consecuentemente más propensa a mancharse. Por ello y para evitar estar cambiando continuamente de camisa, de hacer caso a la historia de la vestimenta masculina, la señora Hannah Montague, en 1820, cansada de lavar continuamente las camisas de su marido, decidió coserlas con un cuello desmontable para que con solo intercambiar este y sin necesidad de volver a lavarlas mantuvieran siempre un blanco impoluto.

Según las fotografías que han llegado a nuestros días, ya a principios del siglo XIX se empiezan a introducir diferentes colores y estampados en las camisas. Si bien la alta sociedad de entonces sigue manteniendo el blanco como color predilecto, la clase trabajadora viste camisas azules, cuyo color disimulaba algo mejor que el blanco las manchas que se formaban a lo largo del día.

Tuvo que andar todavía mucho el siglo XIX para que la aristocracia de la época terminara vistiendo también camisas de color. Sin embargo, aun entonces esta prefería mantener el cuello y los puños de la camisa de un blanco impoluto para así poder seguir manteniendo su estatus frente al exterior.

Desde el siglo XX las camisas de color o con algún estampado son aceptadas en la mayoría de los lugares. No obstante, los estampados lisos y a rayas siguen siendo los más adecuados para un ámbito formal y en la ciudad. Por el contrario, las camisas a cuadros son más informales y su uso siempre es más adecuado en el campo o fuera de la ciudad.

Las camisas de vestir no contarán con botones en el cuello, no tendrán bolsillo y serán siempre de manga larga. Si bien los puños pueden ser sencillos o dobles, según sea la preferencia de cada caballero, la posibilidad de acompañar a la camisa con unos gemelos aporta a esta un toque muy especial y elegante.



¿Cómo identificar una camisa de calidad?
La oferta de camisas es hoy mayor que nunca. Sin embargo, la calidad de las mismas en algunos casos es cada día menor.

El hecho de que hoy un determinado cuello, un color o un logo sean suficientes para que la mayoría de los caballeros decidan qué camisa comprar ha servido de excusa a las principales marcas para bajar considerablemente la calidad de sus camisas. Es muy poco probable que en el proceso de compra de una camisa el cliente pregunte sobre la composición de la tela, el número de cabos o el tipo de trenzado del hilo. Y si lo hace no sería de extrañar que más de un dependiente le mirase con cara de sorpresa.

A la hora de identificar una buena camisa se deberá tener en cuenta tanto el tejido de la misma como su terminación.

Así pues, en primer lugar es indispensable asegurarse de que la camisa esté confeccionada con una tela de calidad.

Un buen tejido proporcionará una mayor duración a las características y colores de la camisa.

Las tres notas básicas que establecerán la calidad del tejido serán la composición, el hilo y el tipo de trenzado.

Respecto a la composición, deberían buscarse compuestos naturales como el algodón, la lana, el lino o la seda. Se huirá de las mezclas en las que el poliéster esté presente ya que la calidad de la camisa final se verá perjudicada.

http://www.trendus.com/images/news/orjinal/meander-71-gomlekleri_17012012121910.jpg

La composición que hoy se encuentra con más frecuencia es la de algodón. Dentro del algodón existen diferentes calidades dependiendo por un lado de su suavidad y
resistencia y por otro de la longitud de la hebra. Cuanto más larga sea la hebra, mejor. Las mejores camisas de algodón serán las fabricadas con algodón peruano,
egipcio o con el archiconocido Sea Island.

La elección del tipo de hilo es igualmente de gran importancia al ser la unión de muchos de estos los que dan lugar a la tela resultante. El hilo puede estar formado por uno o por dos cabos. El hilo de calidad siempre será a dos cabos, esto es, dos hilos entrelazados y enrollados entre sí que aportan mayor duración a la camisa.

Otro término con el que seguramente se encontrarán los caballeros que acudan a una camisería de prestigio será el que se indica con un «2×2». Una buena tela además
de ser a dos cabos debe contar con hilos verticales (urdimbre) y con hilos horizontales (trama). A esto es a lo que se denomina 2×2.

Para terminar con las características del hilo es obligado hablar del grosor del mismo o, lo que es lo mismo, del título. Cuanto más delgado sea el hilo, mejor será su tacto y la calidad de la camisa resultante. Una camisa de calidad normal suele tener un título de unos 50’s a un cabo; una buena de unos 80’s a dos cabos; y solo las mejores tienen un título por encima de 100’s… y siempre a dos cabos.

La última característica que debe tenerse en cuenta a la hora de escoger la tela de la camisa es el trenzado del hilo. Según sea el tipo de trenzado se conseguirá una
textura u otra. Existen infinidad de trenzados como el popelín, el oxford, el piqué, la viyela, el voile, el fil à fil, el twill, la franela, la pana, etcétera.
El trenzado escogido será el responsable tanto del aspecto final del tejido como de lo calurosa que termine siendo la camisa.
Una camisa que cuente con una buena tela y sea cuidada con cierto mimo puede durar hasta seis años incluso lavándose una vez por semana.

Una vez comprobado que la camisa cuenta con la calidad deseada hay que cerciorarse de que su terminación está acorde con los más altos estándares.

Si en un solo detalle tuviera que fijarse un caballero para establecer si la camisa que tiene delante de él cuenta con una buena terminación, este sería sin lugar a dudas el
cerciorarse de que efectivamente los dibujos casan en las diferentes costuras. Esto se puede apreciar con facilidad en la unión del hombro y de la manga. El que en una
camisa no casen las costuras no significa que no se hayan podido cuidar el resto de detalles. Pero, sin embargo, una camisa donde no casen los dibujos nunca podrá ser
considerada como una gran camisa.

http://i730.photobucket.com/albums/ww301/A-Bouzas/Sintiacutetulo-1.jpg

La otra característica que junto al casamiento de los dibujos establecerá el mayor o menor nivel de la calidad de la terminación de la camisa será la calidad de la mano de obra empleada. Hoy, exceptuando las que se confeccionan a medida, y no todas, las camisas se cosen a máquina y no por manos de camiseros.

De no acudir a una camisería y mandar confeccionar a medida la camisa, algo muy aconsejable como veremos en el siguiente apartado, hay que asegurarse de que al menos los ojales y los botones sí hayan sido cosidos a mano.

Es poco frecuente en una camisa de confección industrial encontrar su parte alta trasera dividida en dos partes. El uso del canesú en la camisería industrial no deja de ser un instrumento de marketing, pero siempre es bienvenido al darle a la prenda un toque más artesanal.

Solo en las mejores camisas de confección se podrán encontrar pinzas en la espalda que aporten mayor amplitud de movimientos.

De no contar con ellas al menos habrá que conseguir que la camisa quede lo suficientemente entallada como para que no presente cualquier exceso de tejido en la parte posterior y así evitar tener que ajustarla constantemente.

http://i730.photobucket.com/albums/ww301/A-Bouzas/ojalescosidosamano.jpg

Una buena camisa debe ofrecer la posibilidad de introducir en su cuello unas ballenas que permitan mantener las puntas de este rectas y conseguir de esta forma que no se despeguen de la pechera de la camisa. Las ballenas se pueden encontrar en diferentes materiales como plástico, níquel, plata, madreperla, etcétera. En algunos casos existe la posibilidad de bordar en ellas las iniciales o el nombre. Por normal general, las buenas camisas llevarán un juego de ballenas de repuesto.

En las zonas donde se produce un mayor desgaste, la camisa contará con un dobladillo de la tela, cosido a doble costura.

Otro de los detalles que diferencian a una buena camisa es el número de puntadas por centímetro con las que se hayan cosido las diferentes piezas de la camisa.
Cuantas más puntadas haya, más resistente será la camisa. Una camisa de calidad deberá poder presumir de contar al menos con ocho puntadas por centímetro.
Los botones suelen ser de algún material resistente como el nácar. Los más utilizados por su particular resistencia son los botones del material conocido como
madreperla.

Uno de los detalles que claramente establecen la calidad de una camisa es el número de pliegues que unen la manga con el puño. Normalmente, una camisa de mediana
calidad no suele contar con más de dos pliegues. Sin embargo, una camisa de alta calidad suele lucir siempre un mínimo de tres.

http://i730.photobucket.com/albums/ww301/A-Bouzas/plieguescamisa.jpg

La existencia de un pequeño triángulo uniendo la parte delantera y trasera de la camisa denota esmero en la fabricación de la camisa y la hace más resistente. Sin
embargo, hoy este detalle es introducido por muchas casas camiseras como un mero instrumento de marketing.

Al igual que ocurría cuando se hablaba de la importancia de la calidad de la mano de obra en la confección del traje, en las camisas también esta resulta vital.
Encontrar una camisa cosida a mano es imposible de no acudir a una buena camisería.

Aquellos señores que así lo deseen deberían contar con la opción de poder grabar sus iniciales en la camisa.

Hasta finales del siglo XIX los cuellos de las camisas podían ser de dos tipos. O de ala, todavía presentes acompañando al frac y al esmoquin, o vueltos. Igualmente,
existía la posibilidad de comprar ambos cuellos por separado e intercambiarlos según la ocasión lo requiriese.

Hoy la oferta de modelos de cuellos es muy variada y su correcta elección depende además de los gustos personales también de las medidas y particularidades del
rostro del caballero.



Medidas a tener en cuenta en su elección
Una correcta hechura de la camisa puede disimular desde una nuez abultada o un cuello con exceso de papada hasta, por ejemplo, un hombro caído. Si bien conseguir esto resulta imposible de no acudir a la camisería a medida, conociendo los trucos que a continuación se exponen resultará siempre más fácil acertar con la elección de esa nueva camisa.
Normalmente, cuando un señor va a adquirir una camisa se fija principalmente en el diseño de la misma para orientar su elección. La mayoría de las veces es un tipo de línea o un modelo de cuadro el que hace al caballero decidirse por una camisa u otra. Este tipo de diseño unido al color es lo que finalmente determina la elección de una camisa u otra.
Sin embargo, cada día más, el potencial comprador se fija en los diferentes tipos de cuellos para hacerse con una camisa u otra. Por ello, el cuello se ha convertido en un elemento más de marketing de las casas de moda para atraer a nuevos clientes.

La elección del tipo de cuello es de gran importancia ya que escogiendo, por ejemplo, un cuello más abierto u otro más cerrado se podrá dar entrada a un nudo de corbata más fino o a otro más grueso. Igualmente, la abertura del cuello así como el largo de sus puntas obligará a optar por una chaqueta con las solapas más abiertas o más cerradas.

A pesar de esto, son todavía muy pocos los señores que escogen un tipo de cuello ateniéndose a la complexión de su rostro. Una buena relación entre el cuello de la camisa y el rostro de su portador puede conseguir desde adelgazar una cara ancha hasta encoger un rostro alargado.

http://i730.photobucket.com/albums/ww301/A-Bouzas/tiposdecuelloscamisa.jpg

Así, los caballeros con la cara estrecha deberán buscar cuellos con solapas separadas y cortas. El conocido como cuello italiano será el más indicado para ellos. Según
sea la estrechez del rostro, así deberá ser el grado de abertura de las puntas de su camisa. Para los rostros más estrechos el cuello conocido como full cutaway,
caracterizado por tener sus solapas muy separadas, será de gran ayuda. Si se acompañase una cara delgada de un cuello de puntas largas y solapas próximas entre sí solo se conseguiría acentuar más si cabe la estrechez de ese rostro.

Los señores de cara ancha o redondeada, por el contrario, saldrán más favorecidos si optan por cuellos estrechos y de puntas largas. Escogiendo un cuello inglés, caracterizado por tener las solapas visiblemente más alargadas y estrechas que el italiano, estos caballeros conseguirán engañar al ojo curioso mandando al exterior
un mensaje de rostro poco grueso.

Si los caballeros de rostro redondeado se decantan por un cuello italiano, darán la impresión de tener un rostro todavía más ancho del que ya poseen.

Aquellos caballeros que cuentan con un rostro normal pero algo ancho encontrarán en el cuello francés un buen aliado. El cuello francés es muy parecido al inglés en
cuanto a sus puntas alargadas. Sin embargo, estas están algo más separadas, dejando ver una parte mayor del nudo de la corbata. Al igual que el inglés, el
cuello francés da la sensación de alargar el rostro del caballero que lo viste, produciéndose con dicho alargamiento automáticamente un estrechamiento del
mismo.

Los señores que tengan una cabeza alargada deberán decantarse por camisas con las puntas de sus cuellos también alargadas y de solapas anchas. Estos señores, de
escoger un cuello con solapas de reducidas dimensiones, acentuarían la longitud de su rostro. Por ello, deberán buscar cierta homogeneidad optando por puntas más
largas.

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Por el contrario, aquellos caballeros de rostros chatos escogerán un cuello con puntas cortas para alargar varios centímetros su contenido rostro.

También es importante antes de elegir una camisa u otra analizar el tamaño de la cabeza. Así pues, los caballeros con una cabeza de dimensiones importantes deben
escoger camisas con un cuello de solapas anchas y abiertas. Según sea mayor el tamaño de la cabeza, mayor deberá ser el grado de abertura de las solapas del cuello.
Por el contrario, aquellos señores con una cabeza de reducidas dimensiones tendrán que buscar camisas con solapas pequeñas para que les hagan aparentar tener una
cabeza más grande.

Si la fisonomía del rostro y de la cabeza es importante para escoger ese cuello que mejor resultado puede proporcionar a la imagen final, también resulta fundamental
analizar la longitud del cuello de cada caballero. Jugando con los diferentes tipos de cuellos de camisa se puede disimular un cuello largo o alargar uno de reducidas
dimensiones.

Los señores de cuello largo saldrán favorecidos si visten camisas de cuellos con puntas largas y solapas anchas ya que este tipo de camisas dan la impresión de
acortar el cuello. Si bien este pequeño truco puede ayudar a estos caballeros a disimular su cuello largo, no hay nada como acudir a la camisería a medida y
mandar coser un cuello a la prenda que abotone más arriba de lo que lo hacen normalmente la mayoría de las camisas.

Por el contrario, si el cuello del caballero es corto, el de la camisa deberá ser también de reducidas dimensiones. Igualmente, dependiendo del nivel de acortamiento del cuello, así deberá ser el grado de abertura de las solapas del cuello de la camisa. Cuanto más corto sea el cuello del caballero, más abiertas deberán estar las solapas del de la camisa.

Basta con ponerse delante de un espejo con camisas de diferentes tipos de cuello para, de un rápido vistazo, comprobar cómo el mismo rostro puede engordar, adelgazar, estirarse o encogerse.

Una vez se tenga claro qué tipo de cuello es el que mejores resultados aporta a cada caballero hay otros detalles que también es importante considerar antes de decidirse
por la compra de una u otra camisa.

Por ejemplo, resulta importante que bajo el nudo de la corbata se esconda la tela que separa los picos de la camisa. Si los picos del cuello están muy separados podría ocurrir que el nudo de la corbata no fuera suficientemente grande para ocultar tras él toda la tela y quedara a la vista parte del cuello de la prenda. Por ello es aconsejable antes de adquirir una camisa tener en cuenta el tipo de nudo preferido por cada caballero.

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Es de todo punto fundamental que los puños de la camisa sobresalgan por las mangas de la chaqueta. Esta es una norma básica de la elegancia masculina que sin embargo no es tenida en cuenta por los caballeros tanto como sería deseable.

Debido a que las mangas de la chaqueta se marcan en el momento de la prueba, sin ni siquiera a veces haber dado el cliente unos pasos con ella puesta, es frecuente que
una vez en casa y tras llevarla unas cuantas horas las mangas de esta parezcan haber encogido.

Con enseñar un centímetro y medio del puño de la camisa será suficiente. En todo caso y para estar seguros de que la parte del puño que sobresale de la manga no es
excesivo bastará con cerciorarse de que el gemelo o el botón quedan ocultos por la manga de la chaqueta.

Resulta aconsejable que la camisa sea lo suficientemente larga para que no se salga del pantalón incluso al agacharse. Por este motivo, no habrá que alarmarse al
encontrar camisas cuya parte trasera sea más larga que la delantera.

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Si bien una camisa nunca será una camiseta y por lo tanto no debería quedar tan ceñida como esta, sí es importante que se adapte al cuerpo sin que quede visiblemente holgada. Tan importante es, por ejemplo, que no tire de la sisa como que no se formen bolsas en los costados. Tan feo es el efecto óptico de unas mangas largas como que quede estrecha a la altura del pecho.

El fuerte marketing de ciertas casas de ropa ha conseguido que a la hora de comprar una camisa los caballeros den demasiada importancia a su etiqueta. Sin embargo,
todavía quedan señores que conocen la importancia de contar con una buena tela y con una acertada hechura. Para estos, la marca que lleve cosida su camisa es algo
secundario y prefieren gastarse su dinero en camisas hechas a medida y a mano, en las que no es un logo sino la hechura y la mano de obra las que hablan de la
calidad final de la prenda adquirida.
Información sacada de: "Manual del perfecto caballero" de Jose María López-Galiacho


Espero que os gustase, y para quien no lo leyese puede servirle de gran ayuda.

Un saludo

Despor
03/03/2014, 16:52
Gracias Bouzas, interesante tenerlo por aquí!:number_one:

Kurtz
03/03/2014, 18:17
Buen aporte Bouzas. Muy instructivo.

:clap2:

vinzenzo
03/03/2014, 19:13
Gran hilo, muy interesante.

DurKeN
03/03/2014, 19:16
Tremendo aporte!! Te felicito! Esto me lo imprimo y me lo leo con calma!

Egarage
03/03/2014, 19:21
eso es!!! grandisimo bouzas

DurKeN
03/03/2014, 19:50
Ah vale, ahora entiendo el "no me gusta"

masca
03/03/2014, 19:50
en todo momento ha dicho que era del señor Galiacho... asi que no creo que haya incurrido en ningún facto desleal

rgonzsol
03/03/2014, 19:56
El articulo esta bien pero pertenece a D. Jose Ma Lopez-Galiacho, y copiar su contenido sin autorizacion previa no me parece una gran hazaña. Disculpa si entro así, es mi primer mensaje, pero tras dos dias leyendo he decidido registrarme precisamente para dejar constancia de mi opinion al respecto. Soy un gran seguidor de este señor en su blog http://www.elaristocrata.com desde hace varios años.

La autoría del articulo la deja bien clara el autor de post en su primer párrafo.

En cuanto a la reproducción del contenido tal cual, desconozco bajo que derechos publica Galiacho, pero no creo que se haya hecho con mala intención.

Por cierto creo que somos varios los que seguimos su blog y su columna en fueradeserie podrá gustar o no su estilo pero es una gran fuente de conocimientos.

Un saludo.


Enviado desde mi Nokia 3310 con Tapatalk

ronin
03/03/2014, 19:56
Buenas tardes,

Creo que la primera frase lo pone Relojeroveloz....En cualquier caso bienvenido...y tu comentario hubiera sido 100% acertado en caso de no aparecer la frase inicial....
Con ese nick .....buenas aportaciones relojeras seguro!....

Un slaudo

DurKeN
03/03/2014, 19:59
Yo entiendo que no debería haber puesto que lo iba a imprimir.. Me retracto, o sea que me lo voy a leer y ya veré si me compro el libro que a fin de cuentas lo llevo pensando desde hace bastante tiempo.
Por cierto también sigo al señor Galiacho.

Saludos.

Bouzas
03/03/2014, 23:06
El articulo esta bien pero pertenece a D. Jose Ma Lopez-Galiacho, y copiar su contenido sin autorizacion previa no me parece una gran hazaña. Disculpa si entro así, es mi primer mensaje, pero tras dos dias leyendo he decidido registrarme precisamente para dejar constancia de mi opinion al respecto. Soy un gran seguidor de este señor en su blog http://www.elaristocrata.com desde hace varios años.


No quiero discutir sobre ello porque quiero empezar con buen pie por aqui. Solo queria dejar mi comentario sobre ello. Este documento está en papel y tiene un precio por su trabajo, por lo que hacer uso del mismo me parece cuanto menos desleal pero me gustaria dejar aqui el asunto.
Muy buenas Jose, en ningún momento mi intención fue la de copiar o intentar atribuirme merito alguno por el articulo, desde el principio hago referencia a su autor, como bien indicas este artículo forma parte de su libro que está a la venta y que al igual que muchos soy uno de los que pueden disfrutarlo en papel.

Quizá debí poner en el título alguna referencia más a su autor, fallo mio, y desde aquí pido a lo moderadores que si lo consideran oportuno editen el título o incluso borren el post.

También espero que D. Jose Ma Lopez-Galiacho no se sienta ofendido por publicar un trozo de su libro en este foro, no puedo saber que pasa por su cabeza, pero si de mi se tratase, sin duda alguna sería un orgullo ser referente (como en este caso) para todos los lectores del foro.

Un saludo

JTO
04/03/2014, 00:06
Puffff, menudo debate para estas horas compañeros, propiedad intelectual y derechos de autor nada menos... Como propietario del libro Bouzas puede aquí manifestar perfectamente los conocimientos adquiridos e incluso citar pequeñísimos fragmentos, otra cosa es el copia y pega de paginas del mencionado libro, en cualquier caso nadie puede dudar de la buena Fe de un forero sobradamente demostrada!

Kurtz
04/03/2014, 08:45
...no me parece que un foro deba nutrirse de los contenidos de los demas sino en los suyos propios.
Sería muy sencillo asimilar el contenido del artículo y expresarlo aquí con nuestras propias palabras (las de quien se dedicara a esa tarea). Es lo que se hace habitualmente con los conocimientos que se adquieren y, posteriormente, se transmiten (nadie nace aprendido, como se suele decir). Por el contrario, reproducirlo directamente con mención expresa al autor, es considerablemente más honesto; amén de un reconocimiento y, por qué no también, un vehículo publicitario para dicha persona.
Por lo demás, un foro debe nutrirse de conocimientos. Normalmente ajenos, ya que de lo contrario mal se le podría denominar nutrición.
Gracias por tus comentarios, en cualquier caso.

AMG
04/03/2014, 10:32
Sería muy sencillo asimilar el contenido del artículo y expresarlo aquí con nuestras propias palabras (las de quien se dedicara a esa tarea). Es lo que se hace habitualmente con los conocimientos que se adquieren y, posteriormente, se transmiten (nadie nace aprendido, como se suele decir). Por el contrario, reproducirlo directamente con mención expresa al autor, es considerablemente más honesto; amén de un reconocimiento y, por qué no también, un vehículo publicitario para dicha persona.
Por lo demás, un foro debe nutrirse de conocimientos. Normalmente ajenos, ya que de lo contrario mal se le podría denominar nutrición.
Gracias por tus comentarios, en cualquier caso.

Totalmente de acuerdo con Kurtz.

La Ley reconoce el uso de las Citas sin autorización del autor, siempre y cuando se cumplan las siguientes condiciones: que el fragmento citado que se incluya se corresponda a una obra ya divulgada; que su inclusión se realice a título de cita o reseña para su análisis, comentario o juicio crítico y que se indique la fuente y el autor de la obra utilizada.

En resumen, Bouzas ha usado correctamente el artículo del Sr. López Galiacho. Así que nada más que añadir, por mi parte me declaro seguidor de su blog y lector de su libro. Desde aquí dar la enhorabuena a Bouzas con sus aportaciones al foro y por dar a descubrir al resto el libro de "Manual del Perfecto Caballero", que estoy convencido que muchos de los usarios no lo conocían.

Saludos,
AMG.-

Sauron
04/03/2014, 10:44
El articulo esta bien pero pertenece a D. Jose Ma Lopez-Galiacho, y copiar su contenido sin autorizacion previa no me parece una gran hazaña. Disculpa si entro así, es mi primer mensaje, pero tras dos dias leyendo he decidido registrarme precisamente para dejar constancia de mi opinion al respecto. Soy un gran seguidor de este señor en su blog http://www.elaristocrata.com desde hace varios años.

Rey antes de criticar hay que leer y comprender TODO lo que se lee.

styleconsultant
04/03/2014, 11:57
En cualquier caso, y creo que Javier V estará de acuerdo conmigo, por lo que conozco (personalmente, por cierto) al autor, no creo que le suponga problema alguno la publicación de este post.

Javier V
04/03/2014, 12:33
Prefiero no pronunciarme en esta discusión. Está hablado con Jose María, que de el mismo su opinión el respecto ya que creo que es el que tiene que hacerlo.

Un saludo

Kurtz
04/03/2014, 16:57
Con ese nick .....buenas aportaciones relojeras seguro!....
Cierto. Pareces un tipo íntegro, Relojero. ¿Qué opinas de los fakes…? Eso sí que es violar la propiedad intelectual, me parece a mí. Pásate por el hilo de los relojes. Allí hay cada vez más material y tus aportaciones serán bien recibidas.

:thumbsup: