Bueno, no todo el mundo habla así, yo por ejemplo nunca he seseado en absoluto, creo ademas que es algo perfectamente evitable. Pero hay muchos a quienes ese matiz no les resulta oportuno para corregir.
Supongo que una cosa es el acento y otra la costumbre de hablar mal. Quizas aquí (Sevilla), resulta mas llamativa esa costumbre que en otras zonas de España.
A decir verdad, la pronunciación era lo de menos (mi mujer, a veces, más que sesear, se desliza). Me hizo gracia su manera de preguntarme si quería la camisa ceñida o un poco más tradicional. Como uno todavía tiene aspiraciones, opté por parecerme a un patricio cofrade. Enterismo, que lo llaman.