Este es un tema que me resulta muy delicado.
Lo de que un niño se pueda caer a un pozo lo veo muy factible, más que nada, porque me pasó a mí.
Yo tendría esa edad, más o menos, y fue en un campo de labor en El Espinar (Segovia) lugar de segunda residencia de mis padres.
Pude agarrarme al borde y me cogieron en seguida, pero el susto fue tremendo.
Mi madre (y han pasado cuarenta años) sigue teniendo pesadillas con eso y con cuando me perdí en la playa de Benicassim, también por esos años (menudo cabroncete estaba hecho).
Si de verdad ha sido así, no puedo imaginarme por lo que están pasando los padres.
Saludos.