Bruised (Herida)
Halle Berry estrenándose como directora dándose un papel goloso que termina siendo una suma de clichés del género. Luchadora de MMA de extracción humilde a la que la vida trató mal dándose una segunda oportunidad para enmendar su vida ante el reto de un campeonato mundial del deporte de artes marciales mixtas. Funciona la parte que no tiene nada que ver con la jaula. El combate final, decepcionante. Muy verde como directora, madura como actriz. Pasable.
Voyagers (Instintos ocultos)
El planeta se hace inhabitable (¿en serio?) y hay que mandar una misión intergeneracional, con 86 años por delante, a un planeta aparentemente amable para preservar la raza humana, con
profe y alumnos que van creciendo. La cosa se desmadra a mitad de viaje y lo que era una balsa de aceite se convierte en una especie de jauría de descerebrados que compiten por ver quién es más lerdo. Un horror de película, mala hasta decir basta. Se salva la actuación del viejarras,
Colin Farrell, y naufraga el resto de críos que han contratado para la ocasión, por exceso o por defecto. A evitar.
The last duel (El duelo final)
Lo último de
Ridley Scott, pero sin que lo parezca demasiado. Buen reparto, la historia un poco larga pero interesante, entretenida a la hora de enfocar cómo contar la historia, nos muestra tres formas de ver y contar una misma realidad y lo subjetivo de cada visión. El duelo final digno de ver. ¿De qué va? Pues resumiendo, peli medieval (Francia 1386), afrenta de honor y desenlace en un duelo típico a caballo y lanza. Ambientación realista de la época, oscura y gris, y unas cuantas batallas que no esconden la crudeza de su tiempo. Recomendable.