Las modas son algo que van y vienen, pero si hay algo que lleva tiempo con nosotros es la ecología, las maneras de buscar ayudar al planeta, a reducir al mínimo la contaminación y la explotación de los recursos naturales. Si bien la ropa consume materiales como el poliéster que se saca del plástico, tintes artificiales y más, ahora hay muchas tiendas y diseñadores(as) que optan por buscar un tipo de ropa más ecológica.

Buscando hacer estos ropajes con diversos materiales como el algodón orgánico, el cual se cultiva sin emplear herbicidas o pesticidas así como el uso de fertilizantes naturales. Su recolección se realiza de manera manual, incluyendo el proceso de desmotado, lo que garantiza que es un material libre de sustancias tóxicas y por tanto, es apto para ser utilizado incluso en las pieles más sensibles ya que durante el proceso de hilatura y teñido del algodón tampoco se utilizan blanqueadores ni tintes químicos.

Se usan las botellas y más productos plásticos reciclados para obtener poliéster reciclado, además de que también se hace uso del corcho en algunas prendas y tintas ecológicas!

Entre los aspectos más positivos de consumir ropa ecológica destacan:

Evitas la exposición a sustancias tóxicas, lo que evita la aparición de tener reacciones alérgicas ya que tanto durante la fabricación de tejidos como el proceso de estampación de las serigrafías sólo se emplea tintas libres de ftalatos.

Supone contribuir a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores en los lugares donde se obtiene la materia prima ya que toda la cadena de suministro debe estar certificada garantizando el cumplimiento de los estándares implantados por Fair Wear Foundation, entidad que vela por el cumplimiento de las leyes y por la mejora de las condiciones de los trabajadores del sector allí en los países en los que tenemos presencia.

El empleo de maquinaria de última generación y fuentes de energía renovables se traduce en una reducción de la huella de carbono, evitando la emisión de toneladas de CO2 a la atmósfera.

Ahorramos hasta un 90% del agua que empleamos para la fabricación de nuestras prendas gracias a su reutilización.