Fruto de un estilo de vida propio del pasado, tuve una época en la que conocí moza en Venecia, así que viviendo en Londres y con la familia en España, me encontraba en aeropuertos con relativa frecuencia. Y ya que andamos hablando de carteras y cuero en otro hilo, me he acordado de que no he presentado esta pieza!
De ahí y ante el soberano rollo que me resulta tratar de recordar si llevo todo, si no me he dejado nada aquí o allá, y en que bolsillo está cada elemento, pensé en hacerme con algo que recogiese todos los elementos extras propios del viaje en uno. Encontré varias alternativas ready to wear, pero la mayoría me parecían demasiado grandes, excepto una que a nivel práctico parecía fantástica, y a nivel de fabricación, calidad y acabados, bastante marrullera.
Mientras le daba vueltas a la idea recalé en Sevilla para una boda, y dediqué la mañana libre que tenía allí a visitar a Enrile. No con la cartera en mente sino por saludar y conocerle. Había visto algún maletín, cinturón y correa de algún forero, pero el ver sus bolsas, maletines y demás me hizo darme cuenta de una cosa que sostengo con total firmeza:
Si Antonio fuera francés e hiciera cosas de colores atrevidos, su empresa habría sido comprada por algún grupo especializado en lujo, y él, famoso.
Viniendo del mundo de la zapatería, conocía principalmente su faceta zapatera, pero creo que lo que mejor hace son de lejos las bolsas, maletines y carteras.
Y tras varios meses de intercambiar whatsapps, charlar mucho y hablar de otras tantas cosas, surgió el proyecto de la cartera de viaje. La recibí este verano y apenas la he podido utilizar por razones obvias, pero estoy encantado.
Y este es el resultado.
Es una cartera demasiado grande para el día a día, obviamente. Pero hace que quepa en un bolsillo todo lo que uno se suele llevar por ahí. El compartimento lateral es lo suficientemente grande como para albergar una tarjeta de embarque. El cuero es suave, blando y muy agradable. Ya lo he visto envejecer espectacularmente, hasta un rico burdeos. Desafortunadamente voy a tardar mucho en llegar a eso!
La puntada es prieta y corta. No hay un solo borde sin acabar a la vista. Todo bien doblado, hecho con esmero. Esto es en mi opinión auténtico bespoke: El juntarte con un artesano y crear una pieza desde 0 con un fin concreto, adaptándose a esas necesidades. Tengo entendido que hizo alguna más y hay posibilidad de replicarla.
Espero que os guste, a ver que opináis vosotros. Tras haberle dado un par de usos tengo una única observación: Algún espacio más para tarjetas me hubiera venido mejor.