Ventajas mecánicas sobre el acero inoxidable difícilmente va a tener pero, para mí, hay una ventaja muy importante: aporta un color propio (en la gama de los dorados, sin necesidad de recurrir al oro; no ya sólo por precio sino también por estética y connotaciones) sin necesidad de chapar/tintar.

Lo que quizá me convence menos es la moda de envejecer artificialmente esferas, agujas y demás. Lo veo muy falso. El bronce es un material, no un acabado. Lo ideal es dejarlo envejecer por sí mismo, ya que lo hará. Si no se quiere que contraste mucho con el resto de elementos, vería más natural usar acabados discretos y ya está (mateados, por ejemplo; colores no tan puros, como un negro que se va a marrón; beige en lugar de blanco...).