Yo estoy con Kurtz. Antes que mirar la suela, el estado exterior o lo que dice el anuncio (sabiendo que siempre se disimula un pelín la realidad…) no me compro los zapatos de otro, que ha andado con sus pies sudados dentro, ni muerto.
Otra cosa es que estén sin estrenar o probados al mismo nivel que en la tienda antes de que alguien se los lleve. Pero creo que prefiero gastar en un zapato mío y dejar pasar las “oportunidades”, casi siempre cegados por la “marquitis”.
Solo he comprado una vez una chaqueta de deporte y fue con las etiquetas puestas. Si no llega a tenerlas no la cojo.