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    Referentes de la Moda Masculina: El Duque de Windsor

    Inicio otra serie llamada "Referentes de la Moda Masculina" que espero sirva como referencia e inspiración para todos los que participan en este espacio virtual de los amantes del buen vestir. Mi tarea es solo de recopilación, traducción y edición, a lo que agrego algunos comentarios, que espero contribuya al propósito pedagógico que la inspira. Confío en que disfruten este nuevo hilo.

    Referentes de la Moda Masculina

    El Duque de Windsor

    Textos tomados y traducidos de distintas fuentes, referenciadas al final del post.

    Antecedentes

    Edward Albert Christian George Andrew Patrick David Windsor - Eduardo VIII para sus súbditos - marcó profundamente la vestimenta occidental para siempre.

    Nació el 23 de junio de 1894 para ser el heredero del mas grande Imperio en el mundo desde la Antigua Roma. Fue educado por su padre, el Rey Jorge V en una corte muy severa en función de su rol, primero como Príncipe de Gales para ser luego el Rey, en donde los sentimientos tenían que ser moderados con el ánimo de crecer fuerte. Sin embargo, contrario a lo que sus padres y país esperaban, acabó quitándose los grilletes del conformismo, obligaciones y deber y optó por abrazar el creciente mundo de la frivolidad y el glamour en la edad dorada de Hollywood.



    La Reina Victoria con el Duque y la Duquesa de York, mas tarde serían el Rey Jorge V y la Reina María, padres del Príncipe Eduardo.
    12 de agosto de 1893





    El Rey Jorge V, cuando aún era el Duque de York, sosteniendo a su hijo recién nacido, el Príncipe Eduardo de York,
    que mas tarde sería el Rey Eduardo VIII y luego Duque de Windsor.
    Foto del 16 de julio de 1894




    Cuatro generaciones de monarcas británicos.

    Destaco los trajes de la época, que serían abolidos por el Duque de Windsor




    El Rey Jorge V y la Reina María con sus seis hijos: la Princesa María (mas adelante Princesa Real),
    el Príncipe John en los brazos de su madre, el Príncipe Enrique (mas tarde Duque de Gloucester),
    sentado el Príncipe Jorge (mas tarde Duque de Kent), el Príncipe Eduardo (mas tarde Rey Eduardo VIII y luego Duque de Windsor)
    y el Principe Alberto (mas tarde Rey Jorge VI), padre de la actual Reina Isabel II


    Las prendas corresponden a la época Victoriana, en la que nació en Duque, importante para poder contrastar con los cambios que vendrían.

    La Casa de Windsor



    La Casa de Windsor es la casa real del Reino Unido y de otros reinos del Commonwealth.
    Fue fundada por el Rey Jorge V por Proclamación Real el 17 de julio de 1917, cuando cambió el nombre de la Familia Real Británica de la alemana Saxe-Coburg and Gotha (una rama de la Casa de Wettin) a la inglesa Windsor debido al sentimiento anti-alemán en el Imperio Británico durante la Primera Guerra Mundial.

    Su etapa como Príncipe de Gales





    El Duque de Windsor a sus 16 años, cuando recibió el título de Príncipe de Gales, heredero de la Corona Británica

    Cuando Eduardo VIII aún era el Príncipe de Gales, algunas de las peores discusiones que tuvo con su padre Jorge V fueron sobre jazz, cocteles, uñas pintadas, el uso del teléfono y el doblez de los bajos de los pantalones. Tan sorprendente como pueda parecer, cuando otros países estaban envueltos en luchas existenciales, asesinando sus líderes, nada exacerbaba mas al Rey de Inglaterra en lo referente a su hijo que su determinación de ser “moderno” y su amor por todas las cosas estadounidenses.

    Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, el Príncipe había alcanzado la edad mínima para el servicio activo y estaba dispuesto a participar en la primera línea, lo que no le fue permitido por los riesgos que implicaba. A pesar de esto, Eduardo fue testigo de la guerra de primera mano y trató de visitar la línea del frente tan a menudo como pudo, por lo que fue condecorado con la Cruz Militar en 1916. Su papel en la guerra, aunque limitado, le volvió popular entre los veteranos del conflicto. Eduardo emprendió su primer vuelo militar en 1918 y más tarde obtuvo su licencia de piloto.




    A lo largo de la década de 1920, Eduardo, como Príncipe de Gales, representó a su padre, el rey Jorge V, en el país y en el extranjero en muchas ocasiones, realizando unos 16 viajes a diversas partes del Imperio entre 1919 y 1935. No obstante, no en todos sus viajes se comportó bien, existen registros de sus desapegos al protocolo y negativa a conocer a personalidades importantes en la India.

    Dentro de Gran Bretaña se interesó por las zonas afectadas por la crisis económica. Su rango, viajes, buena apariencia y soltería lo convirtieron en una figura sumamente popular: casi tanto como una estrella de cine, que recién estaban surgiendo. A diferencia de su padre, al que nunca se le veía sonreír, él mostraba jovialidad con respecto al resto de la realeza. En el apogeo de su popularidad, se convirtió en la celebridad más fotografiada de su tiempo y establecía la moda masculina.

    Sus actitudes hacia muchos de los súbditos del imperio y varios pueblos extranjeros, tanto durante su etapa como príncipe de Gales y más tarde como duque de Windsor, fueron poco comentadas en su momento, pero posteriormente deterioraron su reputación. Sobre los indígenas australianos dijo: «¡Son la forma más repugnante de seres vivos que he visto! ¡Son la forma más baja conocida de seres humanos y son lo más parecido a los monos!».

    Su etapa como Rey Eduardo VIII

    Tras la muerte de su padre el 20 de enero de 1936, se convirtió en el nuevo monarca aunque nunca fue coronado. Durante la procesión hacia Westminster Hall, donde los restos de Jorge V iban a ser expuestos al público, parte de la Corona imperial del Estado cayó desde la parte superior del ataúd y aterrizó en la canaleta cuando el cortejo ingresó al patio del palacio. El nuevo rey, Eduardo VIII, la vio caer y se preguntó si no sería un mal presagio para su nuevo reinado. Eduardo abdicaría antes de un año y su hermano Alberto, duque de York, subiría al trono como Jorge VI.




    Hay que decir que no fue un gran Rey, cuando su reinado fue de solo 326 días, en mas corto en la historia de la Monarquía Británica. Escogió su amor sobre su deber para con su país. Su abdicación en 1936 se debió a su propuesta de matrimonio con la doblemente divorciada Wallis Simpson, una “socialité” estadounidense de la época. Ese matrimonio hubiera entrado en conflicto con el rol del Monarca como Cabeza de la Iglesia de Inglaterra, sin mencionar la acérrima oposición del gobierno de ese momento liderado por Stanley Baldwin.

    La señora Wallis Simpson, la mujer que amó tan obsesivamente al punto de entregar su trono para estar con ella, también era conocida por su estilo. Inclusive cuando era una debutante en Baltimore quería estar a la última moda pero con algún giro, algo que lo hiciera destacar de la multitud, por lo que ella y su madre usaban una costurera para copiar los atuendos de las celebridades que había visto en las revistas.

    Una vez que la Sra. Simpson llegó a Europa con su segundo marido, visitó en París las casas de moda que apenas podía pagar. Así, no es de extrañar que cuando conoció al Duque por primera vez, tenía uno o dos atuendos parisinos en su guardarropa. Por su parte, el, a pesar de su búsqueda por lo que fuera mas moderno y “Americano”, también amaba el tweed y el tartán de su tierra nativa, combinándolos a menudo de manera exuberante y mantenía una apretada cantidad de kilts en una gran variedad de tejidos en su ropero. Mientras que la política y su rol como Rey no fueron sus atributos mas destacados, fue reconocido mundialmente por su estilo, no solo por la escogencia de sus prendas sino como las combinaba y como las llevaba.

    Después de abdicar y del subsecuente matrimonio, el glamour y las prendas costosas se convirtieron en un mantra para el Duque y la Duquesa: era su armadura.




    El 12 de diciembre de 1936, en la reunión de adhesión del Consejo Privado del Reino Unido, Jorge VI anunció que iba a convertir a su hermano en «Su Alteza Real el Duque de Windsor». Quería que este fuera el primer acto de su reinado. Mientras tanto, Eduardo fue conocido universalmente como el Duque de Windsor. La decisión del rey de designar a Eduardo duque real aseguró que no podía presentarse a las elecciones de la Cámara de los Comunes ni hablar sobre temas políticos en la Cámara de los Lores. Sin embargo, la patente de letras del día 27 de mayo de 1937, que reconfiere al duque de Windsor, «el título, estilo, o atributo de Alteza Real», declaraba expresamente que «su esposa y sus descendientes, si los hubiere, no podrían recibir dicho título o atributo».


    El Estilo del Duque de Windsor

    Tanto en su época de Príncipe de Gales, como en la de Rey o en la de Duque de Windsor, consiguió que incluso sus innovaciones más extravagantes se convirtiesen en clásicos intemporales. Eduardo VIII fue polémico, carismático, original, atrevido e imitado por todos los señores desde entonces.

    No era una persona alta y prefería el confort en su ropa, libre movimiento y estilo al que se refería como “Dress Soft”. Debido al hecho de haberse permitido mover las fronteras de lo que un miembro de la realeza debía o no debía vestir, se ganó una reputación como trendsetter, “generador de tendencias” y se describía a si mismo como un “verdadero dandy Británico”, borrando las lineas, cruzando barreras y cuestionando la etiqueta del vestir.

    Un elemento del que era particularmente entusiasta eran los diseños de cuadros en los tejidos, lo que era evidente en gran cantidad de sus atuendos. Su pasión por estos era particularmente interesante debido a sus 1.67 m. de estatura, que, gracias a modificar las proporciones mediante los cortes y al manejo de las cinturas de sus chaquetas, que eran anormalmente altas, alargaban visualmente sus piernas y le permitía llevarlos con estilo.






    Su estilo era sorprendentemente parecido a su vida, de la misma manera que mostraba desprecio por el “establecimiento”, de igual forma lo hacía por las reglas del vestir de la época. Un ejemplo era como insistía en llevar sus pantalones con vuelta en el bajo lo que aparentemente enfurecía a su padre, el Rey Jorge V. Así como su gusto por los diseños de cuadros en los tejidos, también mostró entusiasmo por las texturas en sus atuendos, que combinaba de maneras que eran revolucionarias para la época, como por ejemplo, camisas de cuadros con corbatas a rayas.





    A pesar de haber vivido en Francia la mayor parte de su vida, apoyaba fuertemente la manufactura textil británica, de la que escogía los tweeds escoceses o los jersey de Fair Isle por delante de otros tejidos europeos mas modernos.



    Durante su vida usó predominantemente el mismo sastre, Scholte de Savile Row desde 1919 hasta 1959, quien confeccionaba sus prendas de acuerdo con sus gustos extravagantes y su forma de vida, como por ejemplo, armando los bolsillos izquierdos de sus pantalones de forma mas amplia para poder llevar su cajetilla de cigarrillos o dotándolos con una faja elástica puesto que no le gustaban los tirantes y quería preservar la apariencia plana de su estómago. También prefería cremalleras a botones en la bragueta de sus pantalones, lo que era un diferencia relativamente moderna para la época.

    Gobernador de las Bahamas

    Durante la Segunda Guerra Mundial, con el propósito de mantenerlo en condiciones de igualdad, Winston Churchill nombró al Duque como Gobernador de las Bahamas, donde tuvo la oportunidad, en compañía de su amada, de cultivar y exhibir su habilidad para el buen vestir.










    Exilio en Paris

    Después de su estancia en las Bahamas, la pareja Windsor se trasladó a París donde vivieron los siguientes 20 años. El Duque visitó su nativa Inglaterra solo en un par de ocasiones después de abdicar. Vivieron en una casa de propiedad de la Ciudad de París, donde falleció a sus 72 años, víctima de un cancer de garganta por su contumaz tabaquismo. Arrastró siempre problemas de anorexia nerviosa y tics, y su reloj se quedó parado en una eterna adolescencia. Era de carácter despreocupado, un "bon vivant" atractivo, delgado y deportista hasta lo patológico, bebedor, amigo de robarle sus mujeres casadas al prójimo, vago en los asuntos de despacho. Un pequeño dandy de 1,70 de talla, probablemente estéril por unas paperas, que marcó época en el gran mundo frívolo, dejando como legado solo sus innovaciones en la moda, donde relajó la etiqueta victoriana.

    Después del fallecimiento del Duque, la casa, que acusaba deterioro, fue restaurada completamente, como se da cuenta el el artículo del siguiente enlace:
    http://www.nytimes.com/1989/12/21/ga...pagewanted=all






    En 1998, el ropero del Duque en París fue ofrecido en una subasta de Southerby’s. Su guardarropa abarcaba 60 años porque nunca perdió su esbelta figura (su cintura cambió de 29 pulgadas a 31 a lo largo de medio siglo) y ciertamente fue campeón en el arte de la construcción de un ropero. Un inventario del mismo, llevado a cabo en 1961, registró quince trajes de noche (smoking), cincuenta trajes formales y tres trajes de ceremonia (con dos pantalones para cada uno), mas de cien pares de zapatos incluyendo una soberbia colección de zapatillas de terciopelo de Peal & Co.












    Ciro Paone, fundador de Kiton, se adjudicó esta colección de trajes en la subasta y en el transcurso de los años, estos trajes se han expuesto en ocasiones muy especiales en algunas de las tiendas Kiton del mundo y han sido prestados a algunos clientes especiales para eventos en sus tiendas.






    Era evidentemente un adicto a la moda, tan admirado el día de hoy como lo fue en su momento. A pesar de su evidente amor por la ropa, solamente en una ocasión se refirió a su estilo diciendo “I was in fact produced as a leader of fashion, with the clothiers as my showmen and the world as my audience.”

    El legado sartorial del Duque de Windsor

    Las claves del estilo del Duque de Windsor tenían su origen en costumbres de los campesinos británicos.

    1. EL TRAJE PRÍNCIPE DE GALES.

    Como en tantas otras cosas a la hora de vestir, Eduardo VIII imitó a su abuelo, Eduardo VII, cuando retomó e hizo popular el traje “Príncipe de Gales”, que provenía del Glen Urquhart plaid, el dibujo a cuadros que usaba el clan escocés de los Urquhart. Su abuelo lo utilizaba cuando iba a cazar a Escocia, donde se usaba a veces como tejido para la ropa de los guardas de las fincas. Eduardo VIII lo “rescató” y lo hizo popular.






    2. JERSEYS SHETLAND.

    Otro guiño del Duque a Escocia - no se sabe si a propósito o no - fueron los jerseys de lana gruesa de las Islas Shetland, más concretamente de la pequeña isla de Fair, cruce de caminos del comercio entre el Reino Unido y los países nórdicos, con una técnica que mezcla de lana de varios colores. Cuando aún era Príncipe de Gales, se mostró en público varias veces con este tipo de jersey en su versión sin mangas, popularizando la prenda.



    3. LOS ZAPATOS «BROGUE».

    Retomando una práctica de los campesinos irlandeses, Eduardo VIII popularizó los zapatos con agujeros en sus remates (brogue). Los campesinos agujereaban sus zapatos para facilitar su secado con una mayor ventilación, tras efectuar las labores del campo en terrenos húmedos. Los aristócratas retomaron la idea del «pueblo» y la convirtieron en un arte, valorando el detalle del repujado en el zapato. Eduardo VIII los catapultó para la historia de la moda cuando apareció con un par de «Brogues» en un partido de golf.







    4. LA VUELTA Y LA RAYA DEL PANTALÓN.

    Cuenta la leyenda que siendo aún Príncipe de Gales se manchó los pantalones en un viaje y se acercó a una tienda donde eligió ponerse unos pantalones que estaban aún en su embalaje con la raya vertical marcada. Se dice que la vuelta del pantalón nació de modo similar, un día en el que Eduardo VIII se mojó el bajo de los pantalones y decidió seguir andando con ellos remangados.







    5. EL ESMOQUIN AZUL CRUZADO DE SOLAPA REDONDEADA.

    La afición a la ropa es antigua en los hombres de la Casa Real Británica. Ya Jorge IV era una «víctima de la moda y los afeites». Eduardo VIII imitó a su abuelo, Eduardo VII, al recuperar el uso del esmoquin. Era una versión más cómoda que la etiqueta nocturna previa y nuestro personaje la popularizó a ambos lados del Atlántico dándole un giro distinto: lo usaba en azul oscuro y con botonadura cruzada, siempre con las solapas redondeadas.



    6. EL CUELLO Y EL NUDO WINDSOR.

    Eduardo VIII, al igual que su antepasado Jorge IV, se ocupaba de los detalles más nimios de su vestimenta. No sin razón, escribió la «esposa a la fuerza» de Jorge IV, Carolina de Brunswick, allá por el 1800: «Yo debería haber sido el hombre y él la mujer, con puntillas y cancanes. Hubiera sido un excelente sastre, zapatero o peluquero». El Duque de Windsor diseñó su «cuello de camisa» que no siempre usaba, llamado Windsor o full cutaway en Inglaterra, scappino en Italia y cuello «italiano» en España. Es un cuello muy abierto hacia cada lado, para el que también creó el nudo de corbata Windsor.



    7. LAS CHAQUETAS CRUZADAS.

    Las chaquetas cruzadas fueron una de las señas de identidad del Duque de Windsor. Habituado a darle un giro distinto a las piezas del guardarropa masculino habitual de la época, puso de moda los trajes cruzados de raya diplomática. Además, creó la moda de usar el blazer cruzado, combinado con un pantalón de sport de distinto material y color, dando lugar una mezcla muy habitual en el guardarropa actual.













    8. ZAPATOS DE ANTE O CUERO MARRÓN CON TRAJES DE VESTIR.

    La prensa de todo el mundo seguía al Duque de Windsor lo que facilitaba la propagación de sus estilismos e influía a compradores de grandes almacenes y sastres de todo el planeta. Una de las curiosas combinaciones que ideó fue usar zapatos de cuero o ante marrón con trajes de vestir oscuros o con blazer azul y pantalón gris.








    9. CORBATAS Y PAÑUELOS CREATIVOS.

    Las corbatas eran para Eduardo VIII todo un juego. Creó la moda de usar motivos creativos: utilizaba tartanes británicos y cachemiras de la India, lunares y rayas de distinto color y grosor. Usaba pajaritas más grandes de lo normal, especialmente porque sus camisas solían tener el cuello Windsor, muy abierto. Combinaba con maestría los pañuelos de bolsillo con las corbatas y los trajes.




    10. DETALLES DE ESTILO «CASUAL».

    Su tendencia natural de vestir era práctica y cómoda, aunque controlaba obsesivamente cada detalle de su presencia. Los aristócratas se sorprendían al verle quitarse la chaqueta y remangarse cuando tenía calor. Era un aficionado a las chaquetas desestructuradas, algo impensable en la época. Acudía con chaquetas de sport a eventos formales o con sombrero panamá a lugares donde los demás señores llevaban los clásicos de fieltro.








    Cinco lecciones del Duque de Windsor

    El Duque estaba muy a menudo bajo el escrutinio público, por lo que no es sorprendente que supiera como vestir bien: su nombre y reputación dependían de ello. Dejó tras de si cinco ideas claves que no solamente ayudarán a que se vista mejor cada día sino que garantizarán la construcción de su propio estilo.


    1. Ser uno mismo.

    Cuando se trata de escoger ropa, no hay que depender demasiado de las opiniones de los demás. Hay que ser uno mismo, ser valiente y no asustarse al experimentar hasta encontrar el estilo perfecto de cada uno.

    Mientras el Duque era el Príncipe de Gales, su padre lo regañó a menudo por usar zapatos marrones con sus trajes azules. Sin embargo, otros empezaron a emularlo al ver su estilo hasta que acabó siendo una escogencia normal. Abolió la levita (frock coat) de la corte e incorporó el chaqué (morning coat), prefería las camisas con cuellos blandos para la noche y optó por las pajaritas de seda gruesa cuando los demás usaban simplemente satín. Algún vendedor le hubiera podido decir que un hombre de su estatura no debería vestir con grandes cuadros pero el los escogía con cuidado y se le veían espléndidos. Usaba pañuelos “Ascot” con camisas de polo y siempre figuraba en la lista de los mejores vestidos.




    El Duque demostró que no había nada de malo en sobresalir si para ello se está vistiendo algo intrépido, algo único que corresponda a su propio estilo: señaló como un clon es un clon y como hay que ser uno mismo y disfrutar ser diferente de todos los demás.



    2. Adquirir los clásicos.

    Hay que ser osado pero no hay que olvidar de donde proviene todo: los clásicos. Comprar trajes y chaquetas de tweed que no solamente se vean bien hoy sino que sigan siendo válidas dentro de diez años. Hay que evitar las tendencias a toda costa, en cambio, escoger piezas audaces que combinen con las clásicas para alterar el estilo único de cada conjunto que se lleve.

    La ropa clásica no es fácil de encontrar: las grandes tiendas venden la moda del día, no aquellas cosas que se usarán en cinco años y mucho menos en diez a partir de la fecha. Hay que buscar en pequeñas tiendas o un sastre, si el presupuesto lo permite. Una chaqueta de Harris Tweed rara vez se deteriora por lo que es una inversión, hay que leer acerca de las prendas clásicas para poder escoger y así construir un guardarropa para muchos años. El Duque tenía todos los clásicos y le sirvieron a lo largo de toda su vida.

    3. Privilegiar la calidad.

    Lo anterior nos lleva a la tercera lección: el Duque invirtió en prendas que usó a lo largo de su vida y nunca se le vio con trajes o chaquetas de apariencia barata. Alta calidad no siempre quiere decir un precio alto, así como una etiqueta, una marca o un precio alto no garantizan la mejor ropa. Hay que comprar lo mejor que se pueda permitir y no caer en la trampa de creer que una marca costosa es mejor que una pieza de una pequeña tienda.

    El Duque tenía prendas magníficas de Saville Row, de los Campos Elíseos o de Nueva York pero también contaba con trajes de pequeños sastres de París, donde vivió muchos años. El smoking que se compre hoy debería durar el resto de la vida, mientras se mantenga la figura.

    4. Usar accesorios.

    Muchos hombres piensan que los accesorios son para las mujeres, la realidad es que también son necesarios en los roperos masculinos. El Duque tomaba lo anterior de forma seria e invertía en gemelos con sus iniciales y en corbatas y calcetines de múltiples colores.

    Algunos accesorios con los cuales se puede actualizar y mejorar su estilo son las corbatas, pañuelos, tirantes, cinturones, gemelos y relojes. Juegar también con patrones, texturas y colores para un look interesante.









    5. Cuidar la ropa.

    Ninguno de nosotros cuenta con un valet que nos acompañe en los viajes y se encargue de la ropa como lo podía hacer el Duque. Sin embargo, esto no quiere decir que no podamos aprender como cuidar los trajes, chaquetas y corbatas nosotros mismos. Aprender como lavar una camisa, planchar, secar y colgar cada pieza y guardar los accesorios permite alargar su vida útil y nos permite usarlos por muchos años.

    Una sombra en la figura del Duque de Windsor...

    Fuera ya del ámbito de la moda que es el que nos interesa, el Duque de Windsor aún genera controversias:

    "En sus memorias tras la guerra, exiliado en París de por vida, reconoció que había admirado a Hitler, pero negó ser nazi y lo tildó de «figura ridícula y teatral». Pero cuesta mucho pasar por encima de la frase que dijo en una entrevista en plena guerra al periodista estadounidense Fulton Oestler, con el que habló siendo gobernador de las Bahamas, adonde Churchill lo había alejado por las sospechas de traición: «Sería trágico para el mundo que Hitler fuese derrocado. Hitler es el líder correcto y lógico para la gente de Alemania. Es un gran hombre».

    Todo se agrava además por el hecho de que la dinastía inglesa es de estirpe alemana. De hecho en la Primera Guerra Mundial cambiaron su apellido germano, Sajonia-Coburgo-Gotha, por el más británicamente digerible de Windsor..."

    Hoy todavía se considera como uno de los misterios de la Segunda Guerra Mundial su simpatía con el régimen Nazi y muchos en el Reino Unido lo consideran como un traidor.





    http://www.abc.es/internacional/2015...507252019.html


    REFERENCIAS

    https://twiggietruth.wordpress.com/2...e-spooky-eyes/
    https://en.wikipedia.org/wiki/Duke_of_Windsor
    https://www.gentlemansgazette.com/du...lothes-how-to/
    http://www.thegentlemansjournal.com/...ke-of-windsor/
    https://retrospectivemodernism.wordp...to-dress-soft/
    https://www.mrporter.com/journal/journal_issue29/4
    http://blog.knotstandard.com/duke-of-windsor/
    http://habituallychic.luxury/2010/12/the-windsor-style/
    http://stylesalvage.blogspot.com.co/...-wardrobe.html
    http://www.oldmagazinearticles.com/D...e#.WCjxdXdDmV4
    https://www.brooktaverner.co.uk/blog...f-windsor.html
    http://fashion-history.lovetoknow.co...uchess-windsor
    http://www.abc.es/estilo/moda/201310...310252235.html
    http://www.elaristocrata.com/2008/06...1-eduardo.html
    http://www.lacapitalmdp.com/contenid...lia/fotos/7724
    http://ropa.elitista.info/2014/10/el...e-windsor.html
    http://www.fueradeserie.expansion.co...318946928.html
    http://www.voxsartoria.com/tagged/windsors


    Última edición por Mercurio; 14/01/2020 a las 23:41

  2. #2
    Habitual Avatar de dedalo76
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    Desde las calidas aguas del golfo de Mexico
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    Puff... tremendo trabajo, gracias por tomarte el tiempo y compartirlo, con calma me lo leo que poco se fuera de dos o tres películas que he visto, la historia siempre se centra en la historia de amor, la renuncia y el exilio, vamos toda una telenovela Mexicana, yo no sé llámenme desconfiado, pero no compro esa historia, creo que debe de haber mucho más detrás de una renuncia un exilio por una historia de amor, lo que si tengo entendido es que ambos fueron precursores de la moda de tendencias que hoy en día siguen en boga.
    Saludos desde las cálidas aguas del golfo de México.

  3. #3
    Habitual Avatar de Guan
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    Muy interesante y muy trabajado. Gracias, Mercurio.
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  4. #4
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    Sin palabras Mercurio, espectacular post

  5. #5
    Golfer Avatar de Osbi
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    22 feb, 15
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    Grandioso post Mercurio. Muchas gracias.

  6. #6
    Habitual Avatar de pasein
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    05 feb, 14
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    Mercurio, acojo*nante el hilo sin más

    Me lo acabo de leer y lo haré una segunda vez. Que bien le quedaban los trajes (la ropa en general) a este hombre, todo un referente sin duda.

  7. #7
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    Amén. Gracias por toda la info.
    Muy curiosa la historia "post-mortem" de su guardarropa.

  8. #8
    Habitual Avatar de Clint Munny
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    06 feb, 14
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    ¡Magnífico hilo, Mercurio! Muchas gracias.
    "No ocultes tus cicatrices. Ellas te hacen ser quien eres." (Frank Sinatra)
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  9. #9
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    Muchas gracais y felicidades!.

  10. #10
    Habitual Avatar de Mandrake
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    Anoche justo veía un capítulo de la excelente "The Crown", en que salía esta personaje, muy bien interpretado y cuidado su vestuario. ..ahora solo lo he leído por encima pero después lo disfrutaré como merece. Muchísimas gracias Mercurio
    Vivo de resolver los problemas de los demás, así que no voy a discutir en mi tiempo libre

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