En realidad, sale más caro, no es tan simple como que te descuenten el VAT de UK y te lo cobren en aduanas al llegar aquí. Hay unos gastos de trámite, que te cobran siempre, más los aranceles a poco que cueste el producto (y además en ese total cuentan los gastos de envío). O sea que pagas bastante más de lo que paga el ciudadano británico. Como un 40% más.
Como decía Ronin, muchos comerciantes, cuyas exportaciones se han visto resentidas por estos problemas derivados del BREXIT, ofrecen la opción de comprar con los impuestos incluidos, lo que en teoría sí que te ahorra todos esos gastos suplementarios de aduanas. Yo lo he probado una vez, y en efecto llegó a casa sin más coste.
También es correcto que todo lo que haya que enviar por correo que no sea una compra (devoluciones, cambios, etc) ahora requiere bastante papeleo; afortunadamente se puede hacer online, aunque sigue siendo farragoso.
Para importaciones desde USA es parecido, con la diferencia de que ahí siempre todo es a sumar. No te descuentan nada sobre el precio americano.