El 4 de enero ha sido publicado en el BOE un nuevo ingrediente alimenticio: polvo parcialmente desgrasado de Acheta domesticus (grillo doméstico). Anteriormente ya estaba también aprobado las larvas del escarabajo del estiércol. Esto significa que podemos encontrar estos ingredientes en alimentos tales como: galletas, panecillos, barras de proteínas, pasta, pizza, golosinas, etc.

El mayor peligro es que se pueden dar reacciones alérgicas a estos ingredientes, por lo que habría que andar leyendo los ingredientes de los productos que compramos, la letra pequeña.

Esta introducción paulatina de insectos en la alimentación, así como otros alimentos, por ejemplo la proteína de guisante para hacer hamburguesas, puede deberse al cambio que se quiere hacer a nivel mundial: la sustitución (o decrecimiento) de la carne animal por proteínas de insectos y vegetales, ya que no es sostenible en el tiempo (según las previsiones) abastecer de tanta carne para una población mundial de 8000 millones.