Es una cuestión de evolución democrática y disonancia cognitiva. Y hay que partir de la realidad y no de los mundos de Yupi, y es que la realidad viene definida por la premisa de que los recursos de cualquier tipo son limitados.
En este mundo de recursos limitados, las prendas de vestir de buenos materiales, buenos tejidos, buena confección (incluso a medida) y su posterior mantenimiento (todo ello va subiendo el precio de una prenda) requieren a la fuerza un considerable desembolso económico para podérselas permitir.
Si eres un político en democracia que preconiza el socialismo y la distribución más o menos igualitaria de la riqueza tienes que ser consecuente con eso y no puedes vestirte con prendas caras porque en el juego de la democracia resultas incoherente con lo que pregonas para captar electorado y por lo tanto pierdes votos.
Si eres un político en un sistema no democrático o en una democracia no desarrollada sí puedes permitirte vestirte con prendas caras porque de hecho es incluso lo que lógicamente se esperaría de ti por ocupar o aspirar a ocupar un cargo en representación de muchos individuos incluso frente a cargos similares de otros países. Pero si te das cuenta de que vistiendo mal vas a conseguir más votos que vistiendo bien, pues te vistes mal. Por ejemplo, Felipe González empezó con la americana de pana y acabó vistiendo traje en cuanto pudo.
Con la degeneración democrática (¿oclocracia?) y la aristofobia en que vivimos es sencillo entender por qué a la gente no le agrada votar a alguien que viste mejor que él o simplemente que sabe más que él, ni en general que sea o tenga más que él de ninguna forma.
Y respecto a la disonancia cognitiva: si no me puedo permitir ropa de calidad (cara) y tengo que vestir con otro tipo de ropa, ¿reconozco que, aunque quisiera, no me puedo permitir comprar ropa de calidad? ¿O alego que no me compro ropa de calidad por mis principios de igualdad y fraternidad? La segunda de las dos opciones es la que ayuda a justificar una situación de desventaja frente a quienes sí se pueden permitir la ropa de calidad y por lo tanto la que menor disonancia cognitiva y sufrimiento psicológico conlleva para el individuo.