Pues eso, que desde que terminó el invierno han ido surgiendo algunas ofertas que han doblegado mi férrea voluntad de dejar el zapatero tranquilo por una temporada. No ha sido posible, otra vez será.

Ya comenté en su día que quería ampliar la gama de ante chocolate, así que se lleva la palma en las compras: unas Wilder de Crownhill, unas Dixon de Barker y unas Houblom de John Spencer. Las tres tienen su gracia. Las primeras más serias, las segundas aunque sea modelo Balmoral son más bien informales (mola el contraste de los cordones y las costuras) y las terceras son nuevas pero con solera, de la época que esta marca fabricaba, y muy bien, en Almansa. Encontrarlas ha sido un churro:










Otro par de chukka de Barker en cuero con grano sutil color castaña o así:




Las Yanko negras estilo militar ya conocidas y presentadas por Lando:



Y para terminar unas chelsea Pembroke de Barker, que ya era hora de probar un par en condiciones... En la tienda pintaban, por el flash, de color más claro, como lo que se suele denominar "cuero", pero al llegar a casa ya leí en la caja que eran "cedar calf", exactamente la misma piel y color que otras chukka que tenía por ahí, así que entre mi gozo en un pozo y devolverlas, o liarme a oscurecerlas, me decidí por hacer lo segundo. No han quedado mal, creo, podéis ver la diferencia después de un par de pasadas con crema chocolate.



Y eso es todo, cabasheros.

Un saludo.

P.D.: Mercurio, voy a por ti.