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Iniciado por
neekrivers
Como he anticipado, hago esa reflexión sobre los caracteres de muchos profesionales, a raíz del comentario de los "letrados". Creo que conjuga un poco con este tema acerca de la vestimenta y la imagen en el trabajo que damos, o queremos dar. Perdón de antemano si me extiendo mucho.
Espero que nadie se moleste, básicamente porque lo digo conociendo el tema y teniendo yo mismo esas profesiones en mi propia familia y entorno directo de gente que aprecio.
Algunas profesiones han sido durante años admiradas por gente que no tenía acceso a estudios, la capacidad suficiente, no tenía esas inquietudes ni ese futuro en sus mentes. Para ese sector de la población era impensable dedicarse a esas profesiones pero para nosotros, afortunadamente, es algo que está a la orden del día.
Para ser francos, me refiero a esa gente de los pueblos que hablaba de personas con estudios universitarios como si fuese de otro planeta. El término abogado, médico, ingeniero, farmacéutico, etc era un nivel que les generaba admiración y respeto (entiéndase el sentido de esta concepto). Era gente que salía de sus poblaciones, provincias, etc para forjarse un futuro profesional y dejaba atrás una vida más rural, de esfuerzo físico, etc. Pero claro, tanta admiración y tanto bombo se le llegaban a pegar a uno. Y, por ese motivo, alguno se creaban unas ínfulas internas que válgame el señor el nivel de ego que alcanzaban.
Ahora, a día de hoy y hace ya varias décadas, esos estudios están al alcance de todos. En nuestra generación prácticamente todo el mundo tiraba hacia la universidad y el motivo de le elección de los estudios era muy diverso: tradición familiar, preferencia, posibilidad de un buen trabajo, etc. Pero ya sabiendo que todo el que quisiera podía llegar, para mí que hace borrar ese elitismo que generaba antes la exclusividad de un camino distinto en la vida. En el pueblo de mi padre, a quien se iba a estudiar algo o a ejercer un puesto administrativo se le decía "¿a qué se dedica fulano? "y la respuesta era "escribe". Aunque suene a chorrada, escribir en el día a día no lo hacía el resto... Y ya ni qué decir tiene lo hinchado que tenían el pecho esos padres que hablaban de su hijo médico, arquitecto, abogado, etc.
Bueno, al lío, que hay mucho gente que piensa que eso hoy sigue siendo así y se da unos aires por la vida que considero fuera de lugar. Aires únicamente por la profesión que han escogido. Algo que para mí fue una decisión totalmente hedonista, pensando en dedicarme a algo que me satisficiera.
Lo he planteado a raíz de un abogado que se hace llamar "letrado" (ojo, totalmente correcto y sin pegas, pero sé lo que digo). En mi provincia, por ejemplo, una de las únicas carreras de letras a la que se podía optar era derecho. Poco más aparte de filosofía, magisterio, filología, etc. Casi todos mis compañeros del colegio que hicieron letras fueron a derecho. Ellos y la mayoría de jóvenes en esas condiciones en mi provincia. Lógicamente había estudiantes brillantes y otros que nada de nada, pero eligieron esa carrera como comodín. Evidentemente a día de hoy todos son abogados y hay absolutamente de todo incluso quien no sabe hacer la o con un canuto. Es un ejemplo, pero a partir de tener el título enmarcado en la pared, hay quien se pavonea de su profesión en algún ambiente. En las series americanas un abogado es literalmente capitán general, pero aquí no es nada del otro jueves. Que nadie se me ofenda, que hablo en general.
Otro ejemplo para mí son los médicos. Históricamente de las profesiones más admiradas. Pero no es más que eso, alguien que estudió medicina en lugar de otra cosa por vocación, curiosidad, eliminación, etc. Pero parece que le pones a uno la bata y cree recibir superpoderes. Pero no es solo eso, hay que demostrar con tu aspecto que eres médico. Por desgracia he pasado mucho últimamente por hospitales (acompañando) y llama la atención los aires que se dan los médicos por encima del resto. Ojo con confundirles con un enfermero, auxiliar, celador, etc. Comen aparte del resto, visten distinto que el resto. Salen a la calle a fumar, a una cafetería, a un recado, etc con el maldito fonendo al cuello para demostrar que son médicos y no celadores. A saber qué m1erdas trae esa bata y ese fonendo de la calle cuando entran el hospital de nuevo. Nada que ver con el concepto de higiene para el que fue inventada la bata blanca.
Ingenieros, más de lo mismo. Hablo de los casos que conozco y no tiene que ser generalizado, pero lo vivo a diario. Soy ingeniero y tu opinión es irrelevante para mí. Mi función en la vida es crucial y la tuya es solo observar mis enseñanzas. Me da igual la rama, aunque los de Caminos se llevan la palma.
¿Conocéis a algún arquitecto? Supongo que sí, porque si algún amigo/compañero/padre del cole/etc. lo es, seguro que os lo hará saber. Heredan la multidisciplinaridad (si existe esa palabra) del hombre renacentista. Por su aspecto físico es más difícil de adivinarlo, pero hay tópicos y pistas. Pero quizá más por eso os lo harán saber. Saben de todo, tienen criterio para todo, ya sea arquitectura (obviamente) como estética, moda, poesía, cine, etc. Pero no suelen decir a qué se dedican para que entiendas el criterio, sino para que puedas admirarle y sentirte en un escalafón a su lado.
Licenciados con opisición a notario, registrador, inspector de hacienda, judicaturas, etc. Poco que decir, seguro que conocéis alguno. A mí en el trabajo me ha tocado atender a gente de todo tipo, pero recuerdo el comentario de "trátale bien, es notario" y yo responder "ya, será lo que sea, pero es un cliente más, no es mi jefe y además es medio tonto".
En las reuniones de mi comunidad de vecinos, bastante envejecida, cada aportación en voz alta de alguien comienza por "Soy Fulanito y soy médico/ingeniero/notario/etc. y creo que se debería limpiar el wáter del aseo del sótano con mayor frecuencia". Es super importante marcar territorio, dejar claro quién es cada uno y su nivel en la comunidad aunque sea para hablar de m1erda en el garaje. En la última hice un comentario y el de mi lado, para ver si me debía hacer caso o no, me preguntó mi profesión. Hice el comentario porque mi profesión estaba directamente relacionada con el asunto pero le dejé a cuadros cuando le respondí que trabajaba de cajero en Mercadona. Así, tal cual, en serio. Lógicamente nada tiene de malo Mercadona, de hecho creo que se trabaja muy bien allí, pero quería ver la cara y su reacción por si eso le afectaba en mi aportación.
Bueno, concluyo esta larguísima reflexión volviendo a decir que no es ofensiva de corazón ni tiene esa intención. Seguro que muchos de los de aquí pertenecéis a esos sectores. Algo que no he dicho y espero que ayude a entender la manera que he tenido de contarlo es que yo también pertenezco a uno de los que he nombrado. O sea que soy el primero en asumirlo. Pero me ha venido a colación de que, aparte de la manera de vestir en el trabajo, el carácter o la forma de actuar dentro y fuera de él, también es una herramienta de mucha gente utilizar su sello para quererse hacer destacar. Y muchos lo combinan con la ropa para hacer el circulo perfecto.