Nada de revisionista.
Las violaciones alemanas, Dresden y lo que los rusos se llevaron patrás son hechos históricos perfectamente constatados.
Saludos.
Nada de revisionista.
Las violaciones alemanas, Dresden y lo que los rusos se llevaron patrás son hechos históricos perfectamente constatados.
Saludos.
Vivo de resolver los problemas de los demás, así que no voy a discutir en mi tiempo libre
Porque soy de la opinión que un reloj viejo no debería tener más valor que un coche viejo, salvo honrosas excepciones.
Y porque no quiero pasar por el aro de que todo es vintage....
Si alguien quiere ver piezas excepcionales, dar una vuelta por el museo Patek, ahí hay piezas de colección.
Pd. con los talibanes rolexeros no se puede discutir.
Última edición por giuseppe; 16/05/2017 a las 19:11
Ojo, las piezas de Ari, son joyas en toda regla,
Lo que relojes que yo he tenido en la mano, se caían a pedazos, diales destrozados por sol, cajas deformadas armis super trallados, los inserts ya ni los menciono,
los cierres tan re-pulidísimos que ya ni se les veía la corona a relieve.
El que me acabó con la paciencia y la fe en encontrar un 1680 decente (Así como el de la foto de Juanjo, pero en blanco") fue un pavo que tenía a la venta un adefesio
sin con las manecillas huecas (sin tritio) y trozos de pintura saltando entre cristal y el dial , que afirmaba que jamás se había abierto, por temor a que se "escapara radiación"
Esto sin mencionaros lo que pedía, solo por las letras rojas
Ahí fue cuando me dije "apaga y vámonos" con el tema rolex vintage
"We're paratroopers, Lieutenant. We're supposed to be surrounded"
aunque se vista de seda la mona, mona se queda.
Nadie tiene que pasar por ningún aro. El valor de un producto vintage, sea reloj, coche o azulejo andaluz, es aquel que alguien esté dispuesto a pagar por él. Me da que lo que te ofende hasta el punto de declararlo "peor" es que alguien esté dispuesto a pagar y pague más que tú por ese objeto
aunque se vista de seda la mona, mona se queda.
SE discute por los Rusos (evidentemente), pero histroriadores como Antnoy Beevor lo han reflejado con todo descarnado detalle en sus libros:
Berlín 1945 - La caída tuvo que afrontar duras críticas en Rusia1 y otros países.2 El embajador ruso en el Reino Unido denuncia la obra como una "pesadilla" y una "calumnia contra los hombres que liberaron al mundo del nazismo".3 O.A. Rzheshevsky, profesor y presidente de la Asociación rusa de historiadores de la Segunda Guerra Mundial, ha acusado a Beevor de resucitar en la práctica los puntos de vista racistas y desacreditados de los historiadores neonazis, que describieron en su momento a las tropas soviéticas como unas "hordas de infrahombres asiáticos"4 Los temas centrales de esta obra -no por el lugar que ocupan en ella, sino por su amplitud- son cabalmente las brutales atrocidades cometidas por los soldados y oficiales soviéticos contra la población alemana, la resurrección de la imagen de las "hordas asiáticas", que la propaganda nazi martilleó en las cabezas de los alemanes, así como más tarde lo hizo un pequeño grupo de historiadores neonazis, de los que Alemania se separó ya hace tiempo. La principal conclusión del libro, a partir de la cual el autor conduce la totalidad de sus discusiones sobre el tema de las brutales atrocidades cometidas por los militares soviéticos, y especialmente las violaciones de mujeres alemanas, se resume en este párrafo:
La imagen de soldados portando antorchas en llamas encima de rostros de mujeres refugiadas en un búnker, seleccionando a sus víctimas, es característica de la totalidad de los ejércitos soviéticos que participaron en la batalla de Berlín. (p.326)"
Beevor ha respondido a las protestas rusas. Afirma que utiliza extractos del informe del general Tsigankov, el jefe del departamento político del 1 Frente Ucraniano, por citar el incidente. Él respondió a Rzheshevsky diciendo: "El profesor OA Rzheshevsky incluso me acusó de repetir la propaganda nazi, cuando en realidad la mayor parte de la evidencia sobre el tema surgió a partir de fuentes soviéticas, especialmente los informes del NKVD en GARF (Archivo Estatal de la Federación Rusa), y una amplia gama de informes personales fiables ". Beevor declaró que espera que los historiadores rusos "adopten un enfoque más objetivo al material en sus propios archivos que están en desacuerdo con el mito heroico del Ejército Rojo como 'libertadores' en 1945". Otros historiadores británicos, como Richard Overy, de la Universidad de Exeter, han criticado la indignación de Rusia respecto al libro y han defendido a Beevor. Overy acusó a los rusos de negarse a reconocer los crímenes de guerra soviéticos; "En parte, esto se debe a que consideran que gran parte de ellos fue la venganza justificada contra un enemigo que había cometido actos mucho peores, y en parte se debió a que estaban escribiendo la historia de los vencedores". Beevor ha declarado que las mujeres alemanas eran parte de una sociedad que apoyó a Hitler, y por tanto eran incapaces de identificar a sí mismas como víctimas de la misma manera que los judíos, polacos y rusos. (Ver citas en la edición inglesa de Wikipedia.)
Lo de Dresde es otra cosa, por ahi prefieren pasar de puntillas, como los americanos sobre Nagasaki/Hiroshima. Es lo que tienen las guerras, todos los ejércitos tienen mucho de lo que avergonzarse, pero a posteriori, en ese momento solo importa no perder...
Vivo de resolver los problemas de los demás, así que no voy a discutir en mi tiempo libre