Ya lo han comentado, pero matizo, comer mal es un ataque directo a nuestra autoestima. Hay que cuidar el cuerpo que es el templo del alma o version atea, el vehículo con el que y gracias al cual nos movemos en este plano.
Sólo tenemos uno, no hay repuesto y no es justo ni adecuado que lo maltratemos porque el resultado siempre será negativo.
Comer limpio y de forma organizada, dandose caprichos también de vez en cuando es lo correcto para gozar de buena salud y buen aspecto, lo que redunda en buena forma emocional.
Prueba y verás el resultado, tomalo como un reto personal pero sin agobios, date respiro en el camino y pelea con la debilidad, todos lo hacemos a diario.
No es imposible y ni siquiera difícil, es proponérselo en serio sin autoengaño, nada más.