Iniciado por
Chachenet
No soy de los que critican, pero yo tengo muy mala experiencia en la camisería Irene Muñoz.
Visto de traje a diario y desde el año 1999 me hago las camisas y trajes a medida en varios sastres.
Hace poco un amigo me recomendó la camisería de Irene Muñoz y fui en septiembre 2016.
Primero, no es una tienda, es un taller con una zona donde atienden al cliente con un vestidor o probador que deja mucho que desear. Situado en el barrio de carabanchel de madrid y unas calles muy estrechas complicado para aparcar.
Todo esto me da un poco igual si el servicio, calidad y precio son acordes.
Me hice dos camisas para gemelos, pero en lugar de puño doble, solicité puño simple. Al recoger las camisas a los 20 días, veo que me han hecho ojales para los gemelos y además me han puesto un botón para cerrarlo sin la necesidad de gemelo según sus palabras. Me pareció extraño y al comentarlo me quitaron los botones de la manga.
Al segundo lavado de una de las camisas, mi asistenta me dice que al planchar la camisa se ha percatado que en la espalda, los hilos se han separado haciendo una zona de unos 4 cm transparente. Y así es, los hilos se han separado de tal forma que en unos 4 cm vemos la piel.
Fui a Irene Muñoz y me atiende su hijo. Lo primero, sin llegar a terminar mi explicación, me dice que la culpa es del cliente. Sus formas y sus palabras me dieron ganas de irme. Pero apareció Irene Muñoz. Educada como señora mayor que es y tratándome de "hijo" gesto cariñoso que agradecí, me explica que eso es una fallo de plancha, que al planchar se ha metido el pico de la misma y ha abierto los hilos.
No puedo asegurar que sea o no así, mi asistenta lleva en mi casa 18 años y es la primera vez que me pasa, pero todo es posible.
Irene Muñoz me dice que no obstante, no me preocupe, "te voy a cambiar a espalda" y pregunta a su hijo si queda tela de esa ref.
Veinte días más tarde me llaman diciendo que la camisa está lista. Al recogerla, veo que la tela sigue igual. Pregunto que han hecho y me responde que plancharla bien. Bueno, yo quedé con tu madre que me cambiaba la espalda a lo que responde que ellos no van a perder dinero por un error de planchado. Al ver que estaba muy seguro que el fallo era mio y no de la tela, y que no podríamos razonar ni acercar posturas, pues me fui, para nunca más volver.
Les deseo lo mejor, pero en su bolsa pone Alta camisería Irene Muñoz, y de alta alta, pues la verdad, no lo vi.
Seguiré en camisería Burgos que esas cosas no me pasan.