Tienes que aceptar que te van a llamar inspector gadget. Una vez aceptada la inferioridad moral, cultural y sartorial de los seres que te rodean puedes llevar sombrero.
Ahora en serio, una vez te la sople todo lo que digan (para mi los spectators fueron fantásticos, me quitaron todos los miedos) y te des cuenta delas enormes ventajas prácticas, el sombrero en invierno será un compañero inseparable.