En cierta ocasión leí que la característica más destacable de los productos de la marca Meermin no era precisamente su comodidad.
Bueno, pues puestas a prueba estas bonitas botas que hoy calzo, y que adquirí a un simpático miembro de este foro, durante mañana paseante de diez mil metros, puedo asegurar que mis pies, aunque acostumbrados a viajar en el coche de San Fernando, me han llevado y traído sin manifestar un solo quejido, conformes con su nueva y esporádica morada.
Y, por tanto, doy fe, junto con mi espejo, jarrón y gotelé, de este significado episodio.
¡Ah! También, ya de tarde, disfruté de ellas de compras en el Lidl.