En ocasiones uno es rehén de sus propias expectativas o de lo que se espera de el y eso te lleva al éxito o:... al absurdo.
No obstante, nada impide experimentar sin que eso signifique acertar.
A mi me pasa a menudo. Y suelo fallar.
Pero es divertido y mola reírse de uno mismo.
Enviado desde mi iPad utilizando Tapatalk