Pues a mi me tocó una infancia movida... y se como se pudo sentir esa niña... ni soy bajo, ni soy feo, ni tonto... quizá un poco redicho, todo hay que decirlo... mi único pecado fue haber nacido en Madrid y haber tenido que vivir en sitios un poco hostiles para dicha condición, cambiar de colegio cada dos por tres... cada cambio resultaba una sangría, pero a cambio (valga la redundancia) hablo gallego (mas bien entiendo), catalán... y aprendí mucho sobre condición humana y tolerancia. Por suerte para mi, tengo un hermano a penas un año menor, la nobleza hecha persona, que siempre fue mi ángel de la guarda... jamás consintió (aún siendo un mico con 8 o 9 años) que nadie se metiera con los débiles de la clase, y menos conmigo, claro... grandote, con pinta de bruto, cinturón negro de Judo... todavía recibe dos veces al año ensaimadas mallorquinas de una madre agradecida...
"Le estan pegando a tu hermano" vinieron a decirme ese día, y subí corriendo al lavabo donde parecía estar ocurriendo aquello... de allí salían niños (incluso mayores) con el rostro enrojecido, alguno sangrando por la nariz... y al fondo del baño se atisbaba a mi hermano, hecho una furia, no permitiendo que se acercase ni dios a un pobre chaval al que siempre le quitaban una especie de botiquín del que no se podía separar (era alérgico a no se que cosa, y le podía dar en cualquier momento)... sigo pensando que la educación lo es todo... y digo educación, valores... porque creo que también me hubiera ahorrado mucho si hubiese aprendido antes a devolverlas, en contra de lo que me decían mis padres (que no pegase aunque me pegasen)...
Disculpad el tocho, pero siempre me acuerdo de esa anécdota cuando se habla del bulling...
Saludos!