Mi mono de trabajo obedece a ciertas variables. Sistema de “numerus apertus”, en un marco bien codificado.
En el despacho, todo va en función de las reuniones programadas, tipo de cliente, estación del año y otras consideraciones. Normalmente, americana y corbata (regimental o negra). Nada que llame la atención o distraiga. Importante la decoración del despacho. En un buen retrato, no se descuida el fondo.
Asistencia a notarías y oficinas públicas; reuniones con otros profesionales. La americana es casi obligada. Corbata (prescindible en días calurosos).
En Sala, traje oscuro. Corbata negra.
Fines de semana, denim y cuero.
Sin estridencias. ¿No es la simplicidad la máxima forma de sofisticación?
Abogado especialista, con despacho propio.
Saludos