Mucha suerte se necesita.
Una de las cosas por las que me cuesta un poco identificarme con toda la cuestión de los aplausos a sanitarios, por poner un ejemplo, es que tengo la sensación de que hay una hipocresía tremenda, la sensación de que muchos de los que aplauden son los mismos que vacían los supermercados o se desplazan fuera de Madrid en vez de quedarse en casa.
La crisis de 2008 no hizo que nada cambiase, sino que la dinámica siguió siendo la misma o incluso cada vez más fuerte, así que dudo mucho que ésto haga escarmentar a nadie.
Un saludo.