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Iniciado por
Kurtz
Bueno. Se ha nublado bastante, así que me explayo ya.
La verdad es que no es fácil porque daría casi para dos tomos y no quiero aburriros. Intentaré ser lo más sintético posible. Presentar las ideas principales y profundizar más adelante en aspectos concretos (si es que surge el debate).
Lo primero, como ya apuntaba antes, es que no se puede considerar al chino un régimen comunista. Y no lo digo en plan puntilloso sin más. Es que es esencial a la hora de comparar modelos. Yo sé que se hace por simplificar, lo cual me parece bien, pero ya puestos lo más lógico sería confrontar democracia frente a dictadura (habrá quien no le guste el término, pero hay que abstraerse de connotaciones negativas y no perder el tiempo en buscar eufemismos cosméticos). Lo de capitalismo frente a comunismo no es que haya quedado obsoleto, pero sí quedó demostrado hace tiempo que es un debate que pertenece únicamente al terreno de las ideas.
Pero metiéndonos en harina, me voy a centrar principalmente en lo que de verdad me chirría en muchos de los análisis que leo. La cuestión es que el virus es el mismo, pero las comunidades a las que infecta no. ¿O es que es lo mismo Wuhan que Madrid? ¿O Roma, Helsinki, Moscú, Nueva York...?
Y no me refiero sólo a diferencias obvias. Nominales. No. Hablo de los movimientos de las personas, que son los del virus (ya que éste no tiene patas ni alas). ¿Acaso hace el mismo daño un asesino en silla de ruedas que uno con coche propio? El virus en Occidente tiene piernas, ruedas, hélices... Tiene caladeros ingentes a su disposición. Partidos, conciertos, bares/restaurantes/discotecas/botellones, manifestaciones...
Por eso también está atacando (aún) más a España de lo que lo ha hecho con Italia. España es radial; Italia longitudinal. Madrid es centro y epicentro; Roma no. Nadie es de Madrid; los romanos presumen que lo son mínimo desde hace ocho generaciones.
La otra parte con la que discrepo absolutamente con el articulista es en algo que él cita de pasada y refiriéndose al caso concreto de las mascarillas y alguna cosa específica más. Específica para el caso que nos ocupa ahora, no para el que pueda venir mañana. Porque, sí, el problema es que (casi) todo se fabrica en Asia. Pero no sólo mascarillas, respiradores y similares. Prácticamente todo. Eso es un error garrafal que personalmente tengo claro hace muchísimo tiempo.
También dice que es ridículo cerrar fronteras y tal. Claro. Es que el tufillo de fondo es muy como de... Como de pro-globalización. Pues no. Estamos así por la globalización. La globalización en sí misma es un virus. La Unión Europea es unicelular. Calcula.
Hay muchas cosas más. Venga. Me lío. ¿Los asiáticos ordenados? ¿Es lo mismo China que Corea del Sur, que Japón, que Hong Kong, que Singapur, Camboya, Malasia, Tailandia...? (países todos ellos que he tenido el gusto de visitar; como muchos de vosotros, así que sabréis de lo que hablo). Joder. Si ni siquiera Corea del Sur es como Corea del Sur...
Los japoneses sí son muy ordenados, lo admito. Y obedientes, también. China es el horror. A mediados del Noviembre pasado, mientras recorría las sucias y caóticas calles de Pekín, le comentaba a mi mujer que ya sabía por qué los chinos no se rebelaban contra el régimen (tuve una especie de epifanía). No se rebelan porque en su día a día no perciben el recorte de libertades brutal que sufren. ¿Votar? Para qué (en los países democráticos mucha gente ni va)... ¿Internet? Ya tienen lo que necesitan (no echan de menos la parte a la que nunca han tenido acceso)... Y así con todo. Mientras la policía les siga permitiendo ir en moto por las aceras, saltarse los semáforos a voluntad, transportar un par de toneladas en un motocarro... Por no hablar de que al chino común (sobre todo al que vive y medra en las ciudades) no le interesa especialmente acabar con las desigualdades. Está muy liado tratando de acceder al siguiente escalón social para poder mangonear a quien tenga debajo (yo he sido testigo de episodios bochornosos en China, impensables aquí).
Y mientras en Singapur no puedes comer chicle ni escupir en el suelo.
Bueno. De momento ésto.
Sé que aquí hay personas con lazos más o menos estrechos con China a quienes, aparte de la natural discrepancia, pueden molestar algunos juicios de valor que acabo de verter (vomitar, según se mire). Para ellos puedo pulir mis reflexiones más adelante. De momento estaba más interesado en hacerme entender que querer. Vivimos un tiempo donde priorizar es importante.