Tanto Puigdemont como Rajoy presiden gobiernos en minoría, sostenidos por apoyos externos. Puigdemont confía en un partido radical de izquierdas y la arimética afortunada de una ley electoral que le da mayoría absoluta sin tener mayoría de votos. Rajoy depende más de la incapacidad de la oposición para ponerse de acuerdo que de una mayoría parlamentaria real, ahora mismo creo que no tiene ni votos suficiente para aprobar los presupuestos.
El PDeCAT, recordemos antigua CiU, nunca pretendió la independencia de Cataluña. La prueba es que lo del referéndum ni se atrevían a sugerirlo en su programa electoral. La intención del PDeCAT era desde el principio conseguir mejoras fiscales, más autogobierno para Cataluña, bla, bla, pero dentro siempre dentro del contexto del Estado español. El problema es que para conseguir eso empezaron a exhibir el espantajo de la CUP para meter miedo. Ahora la cosa se les ha ido de las manos y solo queda la huida hacia adelante.