Los discursos que Ana Botín y otros potentados asumen siguen siendo liberales, incluso desde la óptica "feminista". Se adaptan a los tiempos pero no entiendo la afirmación de que dejen el liberalismo.
Un saludo.
Los discursos que Ana Botín y otros potentados asumen siguen siendo liberales, incluso desde la óptica "feminista". Se adaptan a los tiempos pero no entiendo la afirmación de que dejen el liberalismo.
Un saludo.
Me refería, don Pablo, a que comienzan a adoptar posicionamientos más propios de las nuevas corrientes de la izquierda que del neoliberalismo que propugnaron Thatcher o Reagan. No será un cambio repentino, sino más bien una incorporación paulatina de esas ideas de cara a una época en que el populismo adquirirá mayor preponderancia. Quizá sea un fenómeno similar al que se emplea en el mundo de la moda: los cazatendencias observan qué se hace en el mundo real (aunque se lo llame underground para aprovechar las connotaciones de la palabra) y luego, adaptado y homogeneizado, salta a las pasarelas primero y a las grandes cadenas de ropa después. Quizá el posicionamiento político de esa elite sea un aditamento muy superficial, a medio camino entre el postureo y la mercadotecnia, que emplean cuando por alguna razón deben expresarse ante la opinión pública.
Última edición por Jopo de Pojo; 17/05/2020 a las 15:37
He cometido el error de entender dinámica o actitudes por "discurso". Coincido en lo que comentas.
Un saludo.
Larga vida a las chapas y muerte al tuit.
Un saludo.
Yo diría más bien que el neoliberalismo es precisamente el compañero de travesuras de la izquierda. La izquierda es perfectamente neoliberal. Son dos caras de la misma moneda.
El liberalismo, neo o de toda la vida de Dios, es para amateurs. Los profesionales, como banqueros y demás, son lo que haga falta.
Los necios siguen la moda. Los pretenciosos la exageran. Quienes tienen buen gusto pactan con ella.