Pues, aunque quizás, ninguno de los aquí foreros se le pasara por la mente ir de la guisa que comparto a la playa, yo sí que fui: un par de horas sobre la arena, las niñas a jugar un rato, y "pa" casa.
Me reconozco algo rarito, un tanto vanidoso, quizás algo petulante, pero no quiero que se dude de que si digo que voy a la playa es que sólo me voy a acercar, que cerca de ella ya vivo, de lo que me siento, obviamente, afortunado.
Por cierto, ahora me voy a Corte Inglés, igual vestido, con la salvedad de que ahora mi interior no es un bañador.